Hillary Clinton celebra en Nueva York una victoria que Obama le puso difícil
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La senadora demócrata y aspirante a la Casa Blanca, Hillary Rodham Clinton, celebra hoy en la Gran Manzana su importante victoria en Nueva York y California durante las primarias del "supermartes", y que su rival, Barack Obama, le puso muy difícil.
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La ex primera dama de EEUU fue la preferida en esos dos estados, entre los más importantes en las votaciones de hoy para los demócratas, capitalizando buena parte del voto de la comunidad hispana que ve en ella a un líder más preparado que a Obama, pero también se apuntó ganancias en otros seis.
Clinton, junto a su esposo, el ex presidente Bill Clinton, y su hija Chelsea, celebró así su victoria en Nueva York, Nueva Jersey, California, Arkansas, Arizona, Oklahoma, Tennessee y Massachussets, en la que ha sido una estrecha pugna que todavía no tiene un claro ganador.
Pero mientras se perfila esa situación, Clinton, de 59 años, compartió, exultante, la victoria con los cientos de seguidores que la arroparon en el emocionante "supermartes" en las instalaciones habilitadas en pleno centro de Manhattan para pasar la noche electoral, pero que apenas dos horas después de su conferencia de prensa empezaron a desmontarse.
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Muchos de sus seguidores gritaban su nombre, llevando insignias en sus chaquetas y portando pequeñas pancartas con la leyenda de "Hillary, presidenta".
En medio de una marea de carteles azules con su nombre, Hillary agradeció a su esposo, su hija y a su madre todo el apoyo que le están dando en esta campaña electoral, así como a sus seguidores y voluntarios, además de al estado de Nueva York y su ciudad, de la que dijo que era "grande" y aunque acostumbrada a pasar por duros trances, también a "afrontar los retos".
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La senadora saborea también su triunfo en Massachussets, feudo del clan Kennedy, que desde Ted Kennedy a Maria Shriver (la esposa del gobernador de California, el republicano Arnold Schwarzenegger) o Caroline Kennedy dieron su apoyo a Obama, al igual que de otro de los líderes demócratas y candidato derrotado en las presidenciales de 2004, John Kerry.
"No dejaré el futuro de este país a ninguno del Swift Boat", dijo Hillary en referencia a la organización de veteranos de guerra "Swift Boat Veterans for Truth", que en la campaña electoral de 2004 cuestionó si Kerry merecía una serie de medallas por sus servicios en la guerra de Vietnam.
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La senadora, no obstante, felicitó a su rival Obama, y señaló que ya piensa en los próximos debates y en el resto de la campaña electoral "sobre cómo hacer de éste un país mejor para la próxima generación, porque ése es el trabajo de mi vida".
La mujer que aspira a ser la primera presidenta de EEUU aseguró también que en las votaciones primarias celebradas en 24 estados del país, "se han oído las voces de todos los estadounidenses, de todas las edades, de todas las razas, de cualquier fe y modo de vida".
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Los expertos destacaron que el voto hispano y el de los judíos beneficiaron a la ex primera dama en Nueva York, en donde tuvo el respaldo de tres de cada cuatro electores demócratas latinos, y el de siete de cada diez judíos.
En el resto de los estados que votaron en el "supermartes", Hillary -que también reúne sobre todo el voto de las mujeres y las clases trabajadoras, incluidos profesores y sindicatos- logró el apoyo de seis de cada diez hispanos.
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Los votantes también han valorado su experiencia, no sólo como senadora, sino también la adquirida en los años que pasó en la Casa Blanca junto a Bill Clinton, aunque también se mostraron divididos, según las encuestas, a la hora de determinar si el ex presidente la ha ayudado o perjudicado con su papel en la campaña.
Muchos votantes entrevistados por las televisiones locales y, según reflejaban los sondeos a pie de urna, muchos neoyorquinos vieron a la senadora Clinton como la más preparada para dirigir este país, aunque muchos otros señalaron a su rival electoral Obama como el político que mejor puede liderar un cambio en EEUU.
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A partir de ahora y hasta la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará en Denver (Colorado) del 25 al 28 de agosto próximos, Hillary tendrá que superar con nota las siguientes primarias en Washington DC, Virginia y Maryland, el 12 de febrero, y las de Texas y Ohio, el 3 de marzo y Pensilvania, el 22 de abril.