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Hijo de un empresario aficionado a las armas

Jugaba al tenis de mesa pero no se interesaba por los ordenadores

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La Policía seguía buscando anoche una carta de despedida o un vídeo de Internet que anunciara las macabras intenciones de Tim Kretschmer, del que compañeros y vecinos dicen que no llamaba la atención. Poco se sabe de momento del asesino de Winnenden, que tiene una hermana de 15 años y era buen deportista. Jugaba al tenis de mesa en el equipo local TVS Lautenbach y no le interesaban demasiado los ordenadores. Eso sí, tenía una gran colección de vídeos de horror y solía dejar esparcidas por su habitación armas de aire comprimido, seguramente de propiedad paterna, como la Beretta italiana con la que perpetró ayer la masacre.

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Su padre, Jörg Kretschmer, es director gerente de un fabricante de suministros de electrónica y automoción en la localidad de Affalterbach con unos 100 empleados. Si se confirma la sospecha de que no mantuvo las armas bajo llave, tal y como obliga su licencia, podría enfrentarse a una investigación de la Fiscalía alemana. El diario Die Welt citaba ayer a vecinos que le califican de "típico patriarca". La familia vive en una aldea idílica de Suabia de flores ordenadas y limpieza por doquier, Weiler zum Stein, con unos 3.000 habitantes cerca de Winnenden, que tiene 27.000.

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