De la hija de Homer Simpson a pasearse frente al Inem
El diputado Moragas se encarga de cambiar la imagen del líder de los conservadores
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Era 20 de mayo de 2009. Mariano Rajoy visitaba Castilla y Léon días antes del arranque de campaña de las elecciones europeas. Su segunda parada de la jornada fue Peñafiel (Valladolid), donde tras dirigirse a los simpatizantes y militantes dio un paseo relámpago por sus calles. En una de sus primeras paradas para hablar con la gente del pueblo, el líder del PP se acercó a saludar a un niño. Este corrió asustado a esconderse detrás de una columna. "Es que parece muy serio", le espetó una vecina que contempló la estampa.
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Por estas fechas, los asesores del jefe de la oposición ya trabajaban para vender una imagen menos dura, más cercana. Y en no pocas ocasiones el resultado ha sido justo el contrario. El último ejemplo de ello está todavía reciente. Se trata de las imágenes con las que el diario El Mundo ilustraba su entrevista a Rajoy del pasado domingo. No ha pasado inadvertido que el presidente del PP se preste a ser retratado junto a la cola del paro cuando propone, por ejemplo, un despido más barato.
"No nos engañemos, Rajoy tiene un montón de cualidades, pero le cuesta llegar a la gente, no encuentra la fórmula", consideraba ayer un dirigente conservador.
"A Rajoy le cuesta llegar a la gente", reconoce un dirigente
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Si el líder del PP daba la bienvenida a 2010 fotografiándose en la cola del paro, su despedida de 2009 también fue retratada. Dos imágenes la resumen. En la primera, agitaba un manojo de tomates para denunciar que los agricultores iban a ser los perjudicados de las gestiones realizadas por el Gobierno para la liberación de Aminatou Haidar. Al parecer, el PP se había "enterado" de la existencia de un pacto por el que Marruecos iba a exportar más tomates a España sin aranceles, algo que luego fue desmentido.
La segunda de las imágenes arrojaba a un líder del PP vestido de cocinero y sirviendo la comida en el comedor social de un albergue madrileño.
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También en 2009, a Rajoy hablar de empleo le jugó alguna que otra mala pasada. De este episodio no hay constancia gráfica, pero las hemerotecas no olvidan el día en el que el líder conservador, intentando recurrir a un símil familiar, patinó. Lo hizo al poner como ejemplo de "empleo de calidad" al tenista Rafa Nadal. Fue el pasado septiembre en un chat en elmundo.es.
Sus asesores le buscan un perfil menos duro, pero a veces fallan
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Precisamente, en el making of de este chat el líder del PP volvía a patinar cuando bromeaba sobre el delito por el que estuvo imputado el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps. "Mientras los puros no sean declarados cohecho impropio, el resto de debates me parecen bien", decía sin reparar en la presencia de las cámaras.
Días antes, había despedido sus vacaciones estivales con un vídeo en la playa gallega de A Lanzada ataviado de pantalón corto y náuticos. El montaje audiovisual era una forma de responder a otro vídeo con el que Zapatero había promocionado días antes Lanzarote, donde veraneaba. Había sido elaborado por Jorge Moragas, coordinador de presidencia del PP, y Sergio Ramos, otro de sus asesores. Tras la estrategia de comunicación de Rajoy también está Alfonso de Senillosa, fichado el pasado junio.
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La puesta en práctica de esta campaña tiene quizá su inicio en las generales de 2008, cuando ejemplificó sus deseos para España en el futuro de una niña, la ya famosa niña de Rajoy. Él mismo ya ha adelantado quién podría encarnar el papel: un dibujo animado, Lisa, la hija de Homer Simpson.