Este artículo se publicó hace 17 años.
Henin se hace fuerte en Madrid tras derrotar a Sharapova en la final
La belga Justine Henin minó la fortaleza de la rusa Maria Sharapova (5-7, 7-5 y 6-3) y reeditó el título de 'maestra' del tenis femenino que adquirió el pasado año en Madrid, escenario que contempló durante dos ediciones consecutivas el dominio de la raqueta de Lieja, considerada como la número uno del mundo, y que ahora emprende rumbo a Doha como sede futura.
El talento sobrepasó a la potencia en la mejor final posible. En la anhelada por los seguidores y la organización del torneo. En el epílogo del Telefónica Arena como escenario del torneo que cada fin de curso aúna a las ocho jugadoras con más méritos de la temporada.
Henin logró el triunfo después de tres horas y 24 minutos, en lo que supone la final más larga desde que el evento se disputa con este formato. Superó a la de hace dos años, en Los Ángeles. Cuando la francesa Amelie Mauresmo batió a su compatriota Mary Pierce en tres horas y seis minutos (5-7, 7-6 y 6-4).
La jugadora de Lieja acumula veinticinco partidos seguidos sin perder. La francesa Marion Bartoli fue la última en hacerlo. En el pasado Wimbledon. Es ya la sexta tenista que logra dos títulos de maestra seguidos. Al lado de nombres tan ilustres como Chris Evert, Martina Navratilova, Monica Seles, Steffi Graff o su compatriota Kim Clijsters.
La final de Madrid contempló, sin embargo, la mejor versión de Sharapova. El retorno a su mejor juego de la raqueta siberiana. Para la que Madrid suponía una tabla de salvación, un relumbrón que poner a un palmarés menguado en el 2007 por culpa de la lesión en el hombro.
La jugadora rusa no decepcionó y rentabilizó su presencia. Desea distanciarse del exceso de divismo que la ha acompañado desde que asaltó el circuito hace ahora tres años. Cuando ganó Wimbledon con 17 y se situó en la cima del mundo. Es, ante todo una jugadora. Que llegó a Madrid con ímpetu y una frescura superior al resto dado el parón forzoso que su situación física le ha obligado en el tránsito por el calendario.
Puso cara la siberiana el décimo título del año para Henin tras los conquistados en Dubai, Doha, Varsovia, Eastbourne, Toronto, Stutgart y Zúrich además de los Grand Slam de Roland Garros y Abierto de Estados Unidos. De hecho, Sharapova fue la única que llenó de dudas en Madrid a la primera tenista en diez años que llega a la decena de éxitos en un mismo ejercicio. La única, además, capaz de arrebatarle un set.
Y eso que la mejor versión de Sharapova advirtió su predisposición a compatibilizar una alternancia en el poder del circuito con la belga, absoluta dominadora del tenis femenino en los tiempos recientes. Mientras tuvo las fuerzas intactas puso en un brete a Henin, que sufrió en exceso con su servicio. Le costó encontrar el primero. En el último juego del primer set firmó cuatro dobles faltas. Claudicó después de más de un cuarto de hora y ocho puntos de set.
Un mazazo moral para la campeona, que había llegado a esta situación sin ceder parcial alguno. Pero la tenista de Lieja no vuelve la espalda ante las adversidades. Su historia personal y parte de la profesional está salpicada de desdichas. No afectan los contratiempos a una raqueta curtida por las desgracias. Rompió en el noveno del segundo parcial y se hizo con el set.
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