Este artículo se publicó hace 15 años.
"No he tenido ninguna noticia de Exteriores"
El español encarcelado hace seis meses en Ruanda lamenta la falta de apoyo diplomático
Situada cerca del centro de la capital ruandesa, la prisión central de Kigali es un enorme y viejo edificio marrón al que se accede a través de una verja protegida por varios guardas armados. Aunque fue construida para albergar a 2.000 presos, actualmente hay cerca de 4.000 en su interior. Sólo uno de ellos es de raza blanca: es un español de 39 años, su nombre es Luis Dueñas y lleva en prisión desde el 2 de abril.
"Llevo seis meses en la cárcel por no haber hecho nada, soy inocente, estoy pagando no sé por qué ni por quién y necesito el apoyo de mi país para salir de aquí", dice Dueñas.
Luis es el delegado en Ruanda de la empresa Espina Obras Hidráulicas, que ha construido dos depuradoras en el país. Está condenado a tres años de prisión por evasión de impuestos y corrupción. Mañana, el juez tiene previsto resolver el recurso de apelación interpuesto por sus abogados contra su condena.
La situación de Luis es particularmente delicada: padece hipoglucemia y requiere medicación y un régimen de comidas muy controlado. Sus abogados solicitaron la libertad provisional por razones médicas, pero el juez la desestimó alegando que en la prisión podían cuidar de él.
Envío de medicinasSin embargo, las medicinas que Luis necesita no se pueden encontrar en Ruanda y es su familia quien se las envía desde España. Además, en la cárcel sólo le dan al día dos tazas de alubias y harina de maíz.
La semana pasada Dueñas recibió la primera visita de la embajada española
Es su colega y amigo Juan Blanco quien cada día le lleva las medicinas, comida y agua. "Todo lo necesario, desde el colchón hasta el champú, además de agua y comida, viene del exterior", relata Luis.
"Si me cortan la ayuda del exterior, mi situación aquí sería muy difícil, insostenible. A largo plazo sería la muerte".
Crisis de saludLuis ha tenido dos crisis de hipoglucemia durante su estancia en prisión y no pudo ir a una cita médica que tenía prevista en agosto y que podría haber acabado en intervención quirúrgica.
"De mi salud, tengo días buenos y malos, aunque los malos son cada vez más, pero no tengo muchas opciones, prefiero morir en mi celda a que me asesinen en un quirófano ruandés", afirma.
Luis fue condenado por evasión de impuestos de aproximadamente 3.000 euros en la importación de unas baldosas valoradas en 15.269 euros . Una partida se encontró en casa de un ex alto cargo ruandés, lo que añadió el cargo de corrupción. Según declaraciones de la familia de Dueñas al Diario de Burgos, la transacción estaba "exenta de impuestos" y él "no era ningún elemento decisorio".
Luis no tuvo un juicio justoLos españoles en Kigali se quejan de que la justicia en Ruanda no funciona y de que Luis no tuvo un juicio justo. En un informe que, según el diario local The New Times, despertó muchas críticas, el Defensor del Pueblo ruandés afirmó el pasado julio que el sistema judicial es la segunda institución más corrupta de Ruanda (tras la policía de tráfico) y documentó 446 casos de corrupción en 2008.
Luis se lamenta de la actuación de las autoridades españolas: "Creo que la embajada de Tanzania ha sido lenta y que podría haber hecho mucho más para defenderme, y de Exteriores simplemente no tengo ninguna noticia ni referencia de su actuación".
La semana pasada estuvo en Kigali Carolina de Manueles, representante de la embajada española en Tanzania. Fue la primera visita oficial que Luis recibió por parte de las autoridades españolas en los más de seis meses que lleva en prisión. Se encuentra muy bajo de ánimo y moral. "Esto es una pesadilla en la que antes de juzgarme ya estaba declarado culpable y todavía no sé por qué. Necesito la ayuda de mi país para salir de aquí."
España no tiene embajada en Ruanda"El Estado proporcionará una mayor asistencia y atención a los presos y detenidos en aquellos países en los que las condiciones sean objetivamente más deficientes", reza la página web del Ministerio de Exteriores.
España no tiene embajada en Ruanda y la responsabilidad recae en la embajada en Tanzania. En Kigali existe el puesto de cónsul honorario que, para complicar más la situación el mismo Luis llevaba desempeñando en funciones desde junio de 2005.
María José Morales, la anterior cónsul honoraria, cuenta que los españoles de Ruanda se juntaron en su casa y eligieron a Luis unánimemente como nuevo cónsul. Un portavoz del Ministerio de Exteriores aclaró a Público que fue el Gobierno ruandés el que nunca respondió a la solicitud y que por eso Luis no fue reconocido como cónsul honorario de forma oficial. El portavoz añadió que están siguiendo el caso y que tomarán las medidas oportunas una vez la sentencia sea definitiva.
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