El gurú del cómic Miller adapta "The Spirit" al cine

Un villano maniático que busca la inmortalidad, un grupo de bellas coprotagonistas, paisajes nevados bajo la mirada de un héroe enmascarado, todas estas descripciones hacen pensar en un trabajo para Frank Miller.

Miller, de 51 años, un ícono del mundo de cómic, que ha expandido el interés general de la audiencia por el género, ha vuelto a la gran pantalla con la adaptación cinematográfica de la serie de los 1940 "The Spirit", una historia sobre un héroe que lucha contra el crimen y que vuelve de la tumba para proteger la ciudad que ama.

Miller ya tiene a sus espaldas el éxito de taquilla de 2005 "Sin City", una trama basada en un cómic de su autoría, que codirigió junto a Robert Rodriguez y la adaptación de "300", llevada al cine por Zack Snyder.

En "The Spirit", que será protagonizada por Gabriel Macht, como el héroe; Samuel Jackson, como el villano y por Scarlett Johansson, Miller recrea un clásico de los cómic creado por su mentor y amigo, Will Eisner, que murió en 2005.

Eisner contribuyó a asentar el formato del cómic en 1940 con "The Spirit", pero la versión cinematográfica contará con avances tecnológicos como los móviles, aunque respetará la estética de cine negro.

"Quise que la ciudad de Nueva York se viera tan bien como pudiera, con coches viejos, edificios antiguos, rejillas de alcantarillas y hombres con sobreros", dijo.

En la adaptación la lucha contra el crimen se complica por las apariciones en la vida del protagonista de Sand Saref, su amor perdido, interpretada por Eva Mendes, Ellen, su ex prometida, encarnada por Sarah Paulson y por la bailarina a la que dará vida Paz Vega.

Sin embargo, la idea de llevar al cine a un héroe del cómic, famoso por ser obra de un célebre escritor, no fue bien recibida por los aficionados al género, que reeditaron la obra original.

Para su autor, el equilibro necesario para sacar adelante una gran producción sin traicionar a los alternativos entusiastas del cómic es difícil de lograr.

"Yo simplemente hago una buena producción y los arrastro con ellos. Los aficionados al cómic se dividen entre los escépticos genuinos y los que quieren que la cosa vaya mal, y un grupo mucho mayor que se preocupa por mi y espera que no lo arruine".