Este artículo se publicó hace 15 años.
De la guerra a la paz: Obama acepta hoy el Nobel
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó el jueves a la capital noruega para aceptar su Premio Nobel de la Paz, un galardón que recibe entre críticas de quienes piensan que no merece la distinción por su intención de reforzar la guerra afgana y sus pocos éxitos en política exterior.
Obama es el tercer presidente estadounidense en el cargo en ganar el premio, después de Theodore Roosevelt y Woodrow Wilson. Jimmy Carter fue honrado con él dos décadas después de abandonar la presidencia. Otros destacados laureados con el Nobel de la Paz incluyen a Nelson Mandela, Martin Luther King Jr. y la Madre Teresa.
Obama aceptará el premio sólo nueve días después de ordenar el envío de 30.000 soldados más a Afganistán para frenar el avance de los talibanes. El anuncio de las tropas, realizado con tan poca diferencia de tiempo a la ceremonia del Nobel, supone una "interesante coincidencia de la historia", y no pasa desapercibido al presidente, dijo un alto cargo de la administración.
Debe recibir el premio en una ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo que comienza a las 12:00 GMT tras volar durante la noche desde Washington. Sus asesores dijeron que Obama, conocido por su elevada retórica, trabajaba aún en su discurso de 20-25 minutos horas antes de su viaje.
Algunos sondeos muestran que aunque muchos estadounidenses están orgullosos de que Obama reciba el galardón, una mayoría piensa que es inmerecido. Los estadounidenses siguen preocupados por la economía, lo que ha llevado a los índices de aprobación de Obama a caer al 50 por ciento o menos y podría dañar a su Partido Demócrata en las elecciones al Congreso del próximo año.
Muchas personas recibieron con enorme sorpresa, incluyendo algunas de la Casa Blanca, el anuncio del comité Nobel en octubre de que otorgaba el premio de la Paz a Obama por "sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos", citando su impulso por el desarme nuclear.
Sus críticos calificaron la decisión de prematura, dado que Obama, que asumió el cargo en enero, había logrado pocos éxitos tangibles a la hora de enfrentarse a desafíos de la talla de la guerra en Afganistán y las crisis nucleares con Irán y Corea del Norte, pasando por el cambio climático.
El responsable de la administración dijo que Obama no eludiría la guerra de Afganistán en su discurso en Oslo y abordaría la aparente contradicción de que un presidente cuyo país está implicado en dos guerras reciba un premio de la paz.
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