Este artículo se publicó hace 15 años.
La Guerra Fría desapareció en Alemania pero persiste en Corea
Mientras una Alemania unida celebra el lunes el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín, alrededor de un millón de soldados se enfrentan en la última gran división de la Guerra Fría, la Zona Desmilitarizada que separa a las dos Coreas.
La "tierra de nadie" de cuatro kilómetros, establecida en el alto del fuego que puso fin a la Guerra de Corea de 1950 a 1953, se extiende a lo largo de 245 kilómetros y divide la península con alambradas, campos de minas y uno de los arsenales más grandes del planeta.
El aniversario del Muro de Berlín ha despertado un deseo de unidad en Corea del Sur, pero también preocupación por el enorme costo que implicaría el desmantelamiento de la DMZ (siglas en inglés para la Zona Desmilitarizada) y la reunificación de ambas Coreas.
"La diferencia económica entre las dos Coreas es mucho mayor que la que existía entre las dos Alemanias antes de la reunificación", dijo el diario Dong-A Ilbo en un editorial.
Corea del Norte tiene una economía estancada. Su PIB en 2008 fue de 17.000 millones de dólares, es decir, el dos por ciento del tamaño de la economía surcoreana.
De acuerdo con algunas proyecciones, a Corea del Sur le costaría más de un billón de dólares absorber a su vecino, el único escenario realista en caso de que hubiera una reunificación.
Eso provocaría el caos en la economía surcoreana, a tal punto que una agencia de investigación financiada por el Estado calculó que elevaría las contribuciones fiscales de los surcoreanos al equivalente de dos puntos porcentuales anuales durante 60 años.
Sondeos recientes mostraron que más del 60 por ciento de los surcoreanos quieren la reunificación, pero preferirían que ocurra más adelante debido a los costes. Alrededor del 70 por ciento de los encuestados ve al Norte como una amenaza y pocos piensan que vaya a abandonar sus ambiciones nucleares en un futuro cercano.
LA FRONTERA, UNA ATRACCION TURÍSTICA
La poca cooperación que ha habido en los últimos años se ha limitado a una localidad turística en la montaña y un polígono industrial justo al norte de la DMZ.
Los proyectos, completados con nuevas carreteras y vías férreas, fueron construidos por Corea del Sur con la ayuda de un afiliado del grupo Hyundai y han registrado un decaimiento debido a que las relaciones entre los dos estados han pasado de cálidas a frías.
La DMZ es una de las atracciones turísticas más populares de Corea del Sur, con más de 600.000 visitantes por año.
El punto caliente de las giras es el pueblo Panmunjom, donde se realizaron las negociaciones por el armisticio, dentro de la zona desmilitarizada. Hoy aloja a cientos de soldados de las dos Coreas, al igual que tropas estadounidenses, que se miran unos a otros desde ambas fronteras.
La frontera propiamente dicha es una franja de cemento que apenas llega a la altura del tobillo en Panmunjom y que en la mayoría de la DMZ está marcada sólo por 1.290 carteles amarillos de menos de un metro cuadrado.
Si la DMZ alguna vez fuera desmantelada, a Corea del Sur le gustaría crear una reserva natural en esta amplia zona que se ha convertido en un refugio de animales salvajes, incluyendo aves, miles de tipos de plantas y 70 mamíferos que están en peligro de extinción.
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