Este artículo se publicó hace 13 años.
Un guardia civil asegura que hay "signos evidentes" de que ETA "no se va a disolver"
Uno de los guardias civiles que hoy ha declarado como testigo en la vista de las demandas de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado contra Sortu ha asegurado que hay "signos evidentes" de que ETA "no se va a disolver" y que se han descubierto "planes de futuro" que ponen de manifiesto "todo lo contrario".
El agente se ha referido así al robo de material informático -destinado a "facilitar la vida en clandestinidad"- en una empresa francesa el pasado mes de diciembre, a la desarticulación del "comando Otazua" en Vizcaya y a la detención en el departamento galo de Pas-de-Calais de los jefes militar y de explosivos de ETA, Alejandro Zobaran y Mikel Oroz, respectivamente.
El guardia civil ha señalado también que "esta misma mañana" ha sido detenida en el centro de Francia una presunta miembro de ETA "en las mismas circunstancias" en que fueron detenidos otros integrantes de la banda antes de que ésta declarara el alto el fuego, ya que iba armada y acompañada por otro supuesto terrorista que se ha dado a la fuga.
"ETA ha llevado a cabo diferentes acciones de las que no se infiere que vaya a desaparecer, sino todo lo contrario", ha dicho el agente, que ha añadido que "hay signos evidentes de que ETA no se va a disolver", como demuestran los "planes e intenciones para el futuro" descubiertos por las Fuerzas de Seguridad con ocasión de las citadas operaciones policiales.
El testigo ha señalado asimismo que, pese a las discrepancias entre ETA y Batasuna puestas de manifiesto durante el proceso de debate interno que dio lugar a la creación de Sortu, no ha habido "en ningún caso" una ruptura entre las ramas militar y política, ya que esas diferencias se superaron y "todos los sectores buscaron la cohesión".
"Existe una unidad de acción entre ETA-Ekin y Sortu", ha declarado el miembro del instituto armado, que ha subrayado que en el seno de la banda terrorista "existía una voluntad de crear un referente político nuevo y eso se concreta en Sortu".
Según el testigo, la nueva formación abertzale sigue las directrices establecidas en el documento sobre la postura que Batasuna debe adoptar ante las acciones de ETA intervenido en febrero de 2009 al colectivo Halboka, encargado del control de colectivo de presos de la banda y en el que se dice que la izquierda abertzale puede desmarcarse de la violencia, pero nunca condenarla.
Así, el testigo ha asegurado que "no conoce" ninguna "condena a secas y tajante" de la violencia de ETA por parte de la izquierda abertzale o alguno de sus representantes, incluidos los de Sortu.
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