El Gobierno niega ahora que apoye una "acción militar concreta" en Siria
Se atribuye la referencia a la actuación del Consejo de Seguridad de la ONU en el documento del G-20 y asegura que nadie le ha pedido su "participación" material
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Una de cal y otra de arena. El Gobierno de Mariano Rajoy sigue tratando de recuperar su perfil bajo y anular las repercusiones políticas que suponen el apoyo explícito que España ha dado a una actuación militar de EEUU en Siria mediante la firma de un documento en la cumbre del G-20, que se celebró la semana pasada en San Petersburgo. En un argumentario distribuido de forma interna en el PP, el Ejecutivo quiere dejar claro que "la declaración suscrita por España en San Petersburgo no expresa en ningún momento un respaldo a una acción militar concreta", ya que para nuestro país y sus socios, "no hay solución militar posible al terrible conflicto civil que está viviendo Siria. Sólo cabe una solución política". El documento informa de que "España no ha comprometido en ningún momento participación española ante eventuales respuestas de naturaleza militar que pudiesen articularse" ni nuestro país "ha recibido petición alguna de participación militar".
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Además, el Ejecutivo informa en su texto de que el llamamiento a que haya una actuación del Consejo de Seguridad de la ONU y que figura en el documento del G-20 ha sido fruto de una propuesta de Rajoy y su equipo diplomático: "La referencia a que el Consejo de Seguridad Naciones Unidas actúe consecuentemente una vez se conozca el informe de los inspectores, que debería presentarse lo antes posible, es producto de una propuesta española que fue aceptada por todos los dignatarios" presentes en el foro de San Petersburgo.
Sin embargo, el documento del G-20 también asume que este órgano de decisión de la ONU sigue "paralizado", "como lo ha estado durante dos años y medio", en alusión a la postura de China y Rusia contraria a una intervención y el veto que han ejercido ante cualquier intento de resolución de condena contra Damasco. Por todo ello, el texto firmado por Canadá, Australia, Francia, Italia, España, Corea del Sur, Arabia Saudí, Reino Unido, Japón, Turquía y -horas después- Alemania concluye con la petición de "una contundente respuesta internacional a esta grave violación de las normas mundiales y conciencia para enviar un mensaje claro de que este tipo de atrocidades no se pueden repetir nunca. Aquello que perpetraron estos crímenes deben rendir cuentas".
A pesar de revindicar el papel de la ONU, el Gobierno afirma que "no cabe la impunidad" con el régimen sirioEl Gobierno de Rajoy explica a los suyos cuáles han sido las "tres líneas de actuación" que han conformado su posición, dos de ellas referidas a una necesaria sintonía con aliados y socios trasatlánticos: "El protagonismo que debe tener Naciones Unidas; los esfuerzos por mantener la unidad europea; y la necesidad de preservar la relación trasatlántica. España está con sus socios y aliados".
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Tras la retórica sobre la decisiva actuación de la ONU en este asunto, sin embargo, el Ejecutivo concluye su argumentario asegurando que "no cabe la impunidad" con el régimen sirio, que "lleva dos años y medio infringiendo una creciente represión sobre su población (...) La legalidad internacional y las más elementales reglas de humanidad obligan a la comunidad internacional a reaccionar". Asimismo, los conservadores insisten en "la necesidad de hacer todos los esfuerzos posibles para paliar el drama humanitario que suponen los refugiados y los desplazados en la región".