Este artículo se publicó hace 3 años.
El Gobierno francés refuerza las medidas anticovid y descalifica las protestas
El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, explica en una entrevista que Francia está sacando lecciones de la desescalada demasiado rápida e "imprudente" en España para evitar tener que aplicar restricciones más duras.
Madrid-
El Gobierno francés acelera el reforzamiento de las restricciones anticovid con la presentación este lunes de un proyecto de ley que hará necesario el certificado sanitario para actos corrientes de vida social, mientras descalifica las manifestaciones y las acciones de protesta en su contra.
El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, confirmó en una entrevista a la emisora France Info que "se cumplirán los plazos" anunciados la semana pasada por el presidente, Emmanuel Macron, de forma que desde este miércoles habrá que presentar el certificado sanitario para ir al cine, al teatro, a un museo o a cualquier evento con más de 50 espectadores.
Además, una vez aprobado el proyecto de ley –que se va a tramitar en el Parlamento esta semana por el procedimiento de urgencia– desde comienzos de agosto se extenderá la exigencia del certificado sanitario al transporte público de largo recorrido, a grandes centros comerciales e incluso a bares y restaurantes.
Eso, y la obligatoriedad de la vacunación desde el 15 de septiembre para sanitarios y profesionales en contacto con personas vulnerables, se justifica, según Attal, porque la tasa de incidencia en Francia es "estratosférica", porque el número de casos se ha duplicado en una semana y porque la variante delta "es mucho más contagiosa".
El portavoz cargó contra quienes, en las manifestaciones de oposición al proyecto de ley del sábado –que según el Ministerio del Interior reunieron a 114.000 personas en todo el país–, hicieron un símil entre la persecución de los judíos en el Holocausto y la situación de los que se oponen a la vacunación.
"Son comparaciones abyectas", denunció. En la misma línea, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, consideró "vergonzosa" y "monstruosa" la utilización por algunos manifestantes de la estrella amarilla que durante la Segunda Guerra Mundial se obligaba a llevar a los judíos en zonas controladas por los nazis.
Attal también se refirió al incendio provocado en la noche del sábado al domingo en un centro de vacunación en la localidad vascofrancesa de Urrugne, que quemó una parte de la lona de la carpa con la que se había montado, y dijo que sus autores "atacan más a la República que a la vacuna".
Preguntado sobre el brote de decenas de contagios detectado después de una fiesta en una discoteca de Burdeos, el portavoz del Gobierno contó que los controles han demostrado que en la mayor parte de los establecimientos de ocio nocturno se cumplen las reglas, que incluyen exigir el certificado sanitario a todos los clientes. Pero añadió que, si se multiplicaran situaciones como la de Burdeos, se plantearía la posibilidad de cerrar las discotecas.
Lecciones de la imprudencia de España
Francia está sacando lecciones de la desescalada demasiado rápida e "imprudente" en España para intentar evitar tener que aplicar restricciones más duras, y por eso se han reforzado los controles a la entrada, que serán sistemáticos en los vuelos y selectivos en las fronteras terrestres.
Este es el mensaje del secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, que en una entrevista este lunes al canal BFMTV habló de "los países que han reabierto demasiado rápido, quizás de forma imprudente, con discotecas sin control. Lo hemos visto en España".
En un discurso crítico pero al mismo tiempo con tono diplomático, Beaune dijo que "no se trata de estigmatizar. Se trata de sacar lecciones" para que la desescalada "no se haga demasiado rápido sin precauciones, ni aquí ni en otra parte".
Preguntado sobre la falta de controles del certificado sanitario que se ha comprobado en vuelos procedentes de España, afirmó que se ha pedido a las compañías y aeropuertos que esos controles se hagan de forma sistemática, y que se va a verificar que eso se cumple.
En cuanto a los pasos fronterizos por carretera, el secretario de Estado reconoció que "no habrá controles sistemáticos a todas las personas que entren en coche pero habrá controles selectivos".
Justificó la vigilancia porque "uno de los problemas que hemos tenido, por eso he hablado de España y de Catalunya en particular, es que hay muchos jóvenes franceses que se han ido de fiesta a Catalunya (...) cuando en España no había un protocolo sanitario muy estricto".
"De hecho –añadió– se ha reforzado en España y Portugal, y han tenido que tomar medidas de toque de queda para hacer frente a una situación que se ha desarrollado demasiado rápido".
El departamento de los Pirineos Orientales, fronterizo con la costa catalana, es el que tiene la tasa de incidencia más elevada de Francia con diferencia, con más de 300 casos por cada 100.000 habitantes, de forma que multiplica por más de seis el nivel de alerta.
En ese departamento se ha restablecido la obligatoriedad de la mascarilla en el exterior y Beaune dijo que "no se excluye" la posibilidad de que se imponga de nuevo un toque de queda, como ya se aplica en buena parte de Catalunya.
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