Este artículo se publicó hace 17 años.
El gobierno de Donald Tusk supera con éxito su primera moción de confianza
El primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk, superó hoy con éxito la moción de confianza del Parlamento (Sejm), que aprobó su programa de gobierno y dio luz verde para que el nuevo ejecutivo ponga en práctica su combinación de "economía liberal y política social".
Un total de 238 diputados de los 460 que componen la cámara baja polaca votaron a favor, aunque Tusk ya tenía la mayoría absoluta asegurada gracias al apoyo del Partido Campesino (PSL), socio de gobierno de los liberales de Plataforma Ciudadana (PO).
A partir de ahora, el primer ministro polaco tiene las manos libres para desplegar sus recetas liberales en la economía y promover una diplomacia intensa, con la que revitalizar las maltrecha imagen de Varsovia en Europa tras dos años de controvertido gobierno de los gemelos Kaczynski.
"Ya es hora de que Polonia tenga un gobierno normal y sea un país normal, porque los ciudadanos así lo quieren", recalcó Tusk, quien durante el cierre del debate respondió metódicamente a las casi 500 preguntas formuladas ayer por los diputados en una jornada interminable.
Finalmente, la sesión parlamentaria se prolongó tanto, que se tomó la decisión de retrasar la votación de moción de confianza hasta esta mañana.
Para el líder de la oposición y anterior primer ministro, Jaroslaw Kaczynski, la normalidad a la que se refirió Tusk supondrá "volver a la década de los 90", el periodo más negro en los últimos años de Polonia, cuando la corrupción generalizada se apoderó del país, que salía a tientas de cuarenta años de comunismo.
El jefe del ejecutivo liberal reiteró hoy frente a los parlamentarios su voluntad de retirar en 2008 las tropas polacas de Irak, donde Polonia mantiene 900 soldados de los 2.600 que participaron en la invasión en 2003.
"Los 1.200 efectivos que el ejército polaco tiene desplegados en Afganistán permanecerán", confirmó Tusk, a pesar del último escándalo protagonizado por varios de sus soldados, acusados de la masacre de seis civiles afganos, entre ellos tres mujeres y dos niños.
Tusk también insistió en que Polonia no firmará la Carta Europea de Derechos Humanos, al igual que el Reino Unido, a pesar de que el liberal anunció durante la campaña electoral que sí suscribiría este documento y criticó con dureza las reticencias de su predecesor.
"Firmaremos cuando Polonia y sus ciudadanos sean realmente libres", afirmó hoy Tusk en respuesta a la oposición conservadora, para la que el cambio de opinión en relación con la Carta Europea "se debe al miedo de PO a los obispos y a la oposición".
Más allá de la política internacional, el líder liberal aseguró que trabajará "para preparar a los polacos y lograr una adopción segura del euro lo antes posible, porque esto es bueno para Polonia".
Fue en el campo económico donde Tusk se sintió más cómodo y seguro, y donde desplegó toda su artillería de propuestas liberales, aunque sin apartar en ningún momento la vista de una política social.
En opinión de los analistas políticos "esto puede ser complicado de llevar a la práctica, ya que un gobierno no puede satisfacer a todo el mundo con su programa económico".
Tanto ayer como hoy, los discursos de Tusk recordaron que, aunque liberal en la economía, su partido es conservador en muchos aspectos.
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