Este artículo se publicó hace 17 años.
Gimenéz Reyna pide la absolución porque el fiscal reconoce que no se enriqueció
La defensa de Pilar Giménez Reyna pidió hoy la absolución de su cliente pues el fiscal Vicente González Mota considera que no se enriqueció por este escándalo financiero y aseguró que la antigua presidenta de Gescartera es una "víctima más".
"Espero que una sentencia absolutoria sirva para poner fin a esa pesadilla, a ese huracán Gescartera que ha arrasado la vida de mi mandante como ninguna otra de los acusados o acusadores", afirmó el abogado Agustín Tornos, al término de la presentación de su informe final de defensa ante el tribunal de la Audiencia Nacional.
Tornos se quejó de que su defendida tuvo la mala suerte de llamarse "Pilar Giménez Reyna y ser hermana del Enrique Giménez Reyna, secretario de Estado de Hacienda durante 18 meses hasta su dimisión en 2001" tras destaparse el escándalo financiero, pero no estaba dentro de ninguno del "conjunto de universos" que pudieron estar cercanos a la trama de apropiación indebida.
El abogado dijo que Giménez Reyna ha sufrido daño económico -pues su familia directa perdió unos 72 millones de pesetas- y moral -hubo de ser atendida de una depresión-, además de los provocados a otros afectados a los que captó para Gescartera como la Asociacion de Huérfanos de la Guardia Civil, que dejó 420 millones de pesetas.
A juicio de su abogado, "si Pilar Giménez Reyna no se hubiera llamado así, la atención mediática (en Gescartera) se hubiera desvanecido en tres días; mi defendida nunca hubiera sido portada del diario ABC, y no se hubiera provocado una comisión de investigación con un ataque furibundo del PSOE liderado por Juan Fernando López Aguilar, luego ministro".
Tampoco, según Tornos, "ni el PSOE ni el PP se hubieran personado como acusación para seguir pidiendo -caso del PP- quince años de prisión para ella", ni la acusación popular de Adicae hubiese tenido que esperar hasta recientes fechas las penas de cárcel de 22 a 16 años de prisión para la ex presidenta de Gescartera.
El abogado defensor desmontó además los argumentos del escrito de acusación de la fiscalía y afirmó que la operación intradía achacaba unas ganancias para ella de 2,3 millones de pesetas (13.850 euros) y unas pérdidas para un cliente de Gescartera que resultó ser Angel Malpartida, su marido.
"No deja de tener su gracia que juzgando un fraude de 15.000 millones de pesetas el posible enriquecimiento criminal de la malvada Pilar Giménez Reyna se circunscribiera a una plusvalía de 2,3 millones de pesetas", ironizó Tornos.
El abogado aseguró, en contra de lo defendido por Anticorrupción, que pese a ser presidenta de Gescartera Giménez Reyna no debía conocer "lo que estaba sucediendo", al igual que otras personas que "felizmente" no fueron acusadas en el juicio como el consejero delegado José María Pichel (ONCE) o José María de la Chica (secretario del Consejo).
A Giménez Reyna, según Agustín Tornos, le pasó lo mismo que a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la auditora Deloitte, la propia ONCE, al banco HSBC, al empleado de Gescartera Marcos Quevedo, al delegado de la agencia en Valladolid Javier Valenzuela o al antiguo empleado del organismo regulador Salvador Alcaraz.
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