El gigante galo Lactalis se quedará con Puleva
El grupo francés paga 630 millones. Recelo en el sector lácteo
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La leche Puleva hablará francés. La emblemática marca, acrónimo de aquel famoso "pura leche de vaca" creado en la década de 1950 y propiedad de Ebro Puleva, pasará a manos del gigante galo Lactalis, que se quedará con el negocio lácteo del primer grupo alimentario español. Las partes anunciaron ayer un principio de acuerdo para la transacción por un importe de 630 millones de euros. Cuando la operación se cierre, Lactalis (el tercer grupo lácteo mundial) se convertirá en el segundo grupo del mercado español de leche.
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A sus marcas actuales de leche fresca (Lauki y Lactel), Lactalis sumará Puleva, Ram y El Castillo (todas propiedad de Ebro Puleva) y las enseñas queseras del grupo manchego Forlasa (El Ventero, Gran Capitán, El Cigarral o Don Bernardo), adquiridas hace un mes por cerca de 200 millo-nes, aunque esa operación está pendiente del visto bueno de la Comisión Nacional de la Competencia. Lactalis se ha impuesto en la puja a otras compañías, como las españolas Capsa, Central Lechera Asturiana y Pascual, y a grupos foráneos como la mexicana Lala y la holandesa Friesland Campina.
Puleva destacó que la venta le permitirá concentrarse en "sus actividades internacionales en el segmento meal solutions" [comida preparada] y subrayó el "extraordinario potencial de desarrollo" de los activos vendidos a Lactalis. Ebro Puleva, líder mundial en el sector del arroz y segundo del mundo en el de la pasta, ganó el año pasado 176,5 millones, un 35% más. Sus consejeros y directivos cobraron 12,6 millones, el doble que en 2008. El grupo bajó ayer en bolsa un 0,83%, hasta 14,3 euros.
En los dos últimos años, Ebro Puleva ha vendido los dos negocios que identificaban tradicionalmente al grupo, surgido en 2000 de la unión de la azucarera Ebro y del grupo lechero Puleva, cuyos orígenes datan, respectivamente, de 1882 y 1910. El grupo estudiará un cambio de denominación social antes del verano, informa Europa Press.
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En el mercado atribuyen la venta del negocio lácteo de Ebro Puleva a la presión de las llamadas marcas blancas, a la caída de la demanda y a la desaparición de la cuota láctea en 2015, que implicará la liberalización de un sector que en España destaca por su atomización, por lo que es muy posible que haya movimientos de concentración en los próximos meses.
La venta de Puleva ha generado recelo entre ganaderos y sindicatos, que preferían un comprador español. El secretario de política industrial de la Federación Agroalimentaria de UGT, Sebastián Serena, dijo ayer que confía en que Lactalis "mantenga el empleo y aproveche las sinergias que se van a crear con esta adquisición". UGT pidió ayer una reunión al responsable de Lactalis en España, Aurelio Antuña.