La Generalitat salvó al Valencia de la ruina, según Llorente

El Valencia se habría enfrentado a la suspensión de pagos o al descenso a Segunda B si la Generalitat no hubiera garantizado un préstamo de 74 millones de euros en agosto, dijo su presidente Manuel Llorente citado el jueves por el diario As.

El club levantino, que tiene deudas por más de 500 millones de euros y registró una pérdida de 70 millones la pasada temporada, utilizó el dinero para hacerse con una participación de un 72,5 por ciento a través de una ampliación de capital para intentar estabilizar sus finanzas.

Tuvieron que suspender las obras del nuevo estadio y Llorente dijo al As que esperaba una pérdida adicional de entre 35 y 40 millones de euros esta temporada.

"Sin la intervención de la Generalitat ahora estaríamos en suspensión de pagos o en Segunda B", dijo Llorente.

"Necesitamos jugar allí (en el nuevo estadio) cuanto antes. El aforo será de 70.000 localidades, lo que disparará nuestros ingresos, y liberará el actual estadio, lo que hará más fácil su venta", añadió.

El Valencia finalizó sexto en la Liga la pasada temporada y se clasificó para la potencialmente lucrativa Liga Europa.

Pero sus problemas financieros le obligaron a retrasar el pago a jugadores y se dijo que podrían tener que vender a valiosos jugadores como los internacionales David Villa y David Silva.

Sus deudas se equiparan con las del Real Madrid y el Barcelona, pero carece de la rentabilidad de los dos gigantes de la Liga, y algunos analistas dicen que sus aprietos ilustran los de muchos clubes españoles que se ven obligados a vivir por encima de sus posibilidades para competir.

La estrategia de Llorente para cambiar la fortuna de club incluye animar a los hinchas a invertir, y subrayó que el Valencia era rico en patrimonio, con dos estadios, dos ciudades deportivas y una plantilla "deseada en todo el mundo".

Sugirió que el club podría seguir teniendo que deshacerse de Villa tras los intentos del Madrid y el Barcelona para ficharle por 42 millones de euros.

"Es bonito y popular decir que no vendes (jugadores), pero ahora viene un camino duro", declaró. "Se pueden vender estrellas y seguir siendo competitivos".