Este artículo se publicó hace 15 años.
General Motors se plantea ahora quedarse con Opel
El comité alemán amenaza con actuar si no hay una decisión
A General Motors podría haberle salido un nuevo candidato para quedarse con su filial europea Opel: la propia General Motors. La edición online del Financial Times recogía anoche la noticia de que el gigante de Detroit se está planteando la posibilidad de quedarse con Opel en lugar de venderla. La decisión equivaldría a abandonar la operación mediada por el Gobierno alemán y pasa por conseguir 4.300 millones de dólares (3.000 millones de euros) para inyectarlos en Opel y en la marca británica Vauxhall.
Según el rotativo, las fuentes potenciales de financiación serían "el Gobierno de Estados Unidos junto con gobiernos europeos, como el británico y el español". La posibilidad de que España participe en una financiación conjunta parece, sin embargo, remota. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ya declinó sumar fondos al plan alemán. La información del FT aparece tras un fin de semana de tensiones por la falta de una decisión de General Motors.
UltimátumDe hecho, el comité de empresa alemán de Opel amenazó este lunes con "medidas espectaculares" si General Motors no anuncia de aquí al fin de semana qué oferta acepta, si la del fondo belga RHJ o la del consorcio de la austriaco-canadiense Magna y el banco ruso Sberbank. "Nuestra paciencia se ha agotado", dijo el presidente del comité de empresa, Klaus Franz, a la radio Deutschlandfunk.
Según la web de Bild, los sindicatos planean llevar en autobuses a la plantilla de Opel para manifestarse frente a la embajada de EEUU en Berlín el próximo fin de semana. El Gobierno alemán refuerza su presión a Washington para que GM opte por Magna. Angela Merkel urgió este fin de semana a GM a decidir cuanto antes. Frank-Walter Steinmeier, ministro de Exteriores, hizo lo mismo en una conversación telefónica con su homóloga estadounidense, Hillary Clinton. Sin embargo, la administración Obama no intervendrá en la decisión, según Reuters.
Merkel y Steinmeier defendieron desde el principio la oferta de Magna/Sberbank, por ser la que garantiza mantener más puestos de trabajo. Las garantías estatales alemanas por valor de 4.500 millones de euros sólo se aprobarán si GM se decide por esta opción. El Gobierno de Merkel apuesta ahora por las negociaciones directas. Un alto ejecutivo de Detroit viajará esta semana a Berlín para reunirse con el equipo negociador del Gobierno de Merkel.
En la planta de Figueruelas (Zaragoza), las presiones de Berlín inquietan a los trabajadores. El jefe del comité de empresa, José Juan Arceiz, dijo este lunes a EP que Merkel "está ejerciendo una presión excesiva" hacia GM. "El Gobierno alemán ya no piensa en el grupo europeo, sino en lo mejor para Alemania", consideró.
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