El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón hizo pública, este viernes, una nota en la que niega cualquier responsabilidad en la fuga del padre de la etarra Maite Aranalde, Jokin Aranalde Olaondo, en paradero desconocido desde septiembre de 2004. El caso se hizo público en El correo que descubrió que padre e hija han seguido caminos judiciales similares, aunque en diferentes momentos y con plazos distintos.

Según la nota difundida por la Audiencia Nacional, a ambos se les impuso una fianza de 12.000 euros cuando fueron puestos a disposición de la justicia española y ambos optaron por escaparse. La Audiencia Nacional ha dictado orden de busca y captura contra los dos. Y en ambos casos intervino el mismo juez: Baltasar Garzón, aunque con resoluciones diferentes.

Jokin Aranalde fue detenido el 25 de marzo de 2002 en un operación contra el comando Donosti, en la que se le acusó de mandar cartas de captación a futuros miembros de ETA. Cuando pasó a declarar lo hizo ante Baltasar Garzón, que se encontraba entonces en funciones de guardia en la Audiencia. El magistrado, de conformidad con la Fiscalía, le impuso una fianza de 12.000 euros para que pudiera eludir la cárcel.

El pasado 26 de agosto, transcurridos siete años desde entonces, el juez Eloy Velasco le fijó una garantía del mismo importe a su hija Maite, a la que Francia había entregado tras cumplir condena en Francia por asociación de malhechores.

Mientras que la hija decidió no esperar a que se resolviera el recurso que la Fiscalía presentó dos días después, el pasado día 28, para pedir su ingreso en prisión, el padre cumplió con sus obligaciones judiciales durante dos años y cinco meses.

Garzón se inhibió a favor de su compañero Ismael Moreno, al tratarse de un sumario que tramitaba el Juzgado Central de Instrucción número 2. Jokin Aranalde fue procesado el 12 de septiembre de 2003 y quedó en libertad sin fianza con la única obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes.

No se fugó hasta un año después. El 14 de septiembre de 2004 se notificó al juez Moreno que no se tenía información sobre el paradero del procesado. El día 20 la Fiscalía pidió su ingreso en prisión y que se libraran órdenes de busca y captura, lo que se hizo dos días después. El auto declarando a Jokin Aranalde rebelde es de 19 de octubre de 2004.

Garzón precisa que 'después de su comparecencia inicial ante el juzgado y una vez acordada su libertad cumplió con las obligaciones impuestas durante dos años y cinco meses, después de los cuales y por razones desconocidas, decidió no comparecer a la llamada judicial'.

Desde entonces no se ha vuelto a saber de él. Su hija, en paradero desconocido desde este lunes, dispone hasta el 10 de octubre para comparecer. Si no lo hace, será declarada rebelde.