Este artículo se publicó hace 16 años.
García Montero cree que "la verdadera amenaza de la democracia es el neoconservadurismo"
El ilustrado Luis García Montero reflexiona en su nuevo ensayo "Inquietudes bárbaras" (Anagrama) sobre la cultura democrática actual, concluyendo que "las verdaderas amenazas para las democracias no provienen de los antiguos totalitarismos, sino del neoconservadurismo devorador".
El poeta granadino ha presentado hoy en Barcelona su nuevo libro -necesario e imprescindible, según el editor Jorge Herralde- en el que mantiene que en estos inicios del siglo XXI los sistemas democráticos están más amenazados por el neocapitalismo nacido en los Estados Unidos, "que no permite espacios públicos de control político", que por antiguos totalitarismos como el estalinismo o el franquismo.
Asimismo, cree que si, hace unos años los "incómodos" para los estados eran los que se reunían para conspirar en contra de sus principios, "ahora ocurre lo contrario, y los que incomodamos somos los partidarios de la ley".
Siguiendo con un símil que alude al Quijote de Cervantes, García Montero cree que las constituciones democráticas "se han convertido en las novelas de caballería del siglo XXI", y ha lamentado que hayan dejado de tomarse en serio conceptos como espacio público, neutralidad del Estado o sociedad civil laica.
"En mi libro -ha proseguido- reivindico la Ilustración y analizo los problemas de la realidad contemporánea desde los testimonios de la literatura".
Advirtiendo de que no debe caerse en la ingenuidad y tampoco en el cinismo, él es de los que aboga a favor de la conciencia individual para "poder decir lo que pensamos y para poder pensar lo que decimos" y de la política, que ha calificado como "el ejercicio más noble inventado por los humanos para su convivencia".
Es por este motivo por lo que el escritor, que no esconde su apoyo a Izquierda Unida, aunque dice no tener vocación de político, remarca que con el descrédito de la política, y no sólo en España, "los únicos que ganan son los que quieren tener las manos más libres para imponer la ley del más fuerte".
Aunque mantiene briznas de optimismo sobre el futuro, Luis García Montero tiene claro que "esta batalla no la ganarán los buenos" y de forma muy gráfica apostilla: "Como poeta sé que un telediario manipulado crea más corriente de opinión que el mejor poema del mejor poeta".
Sin embargo, sostiene: "Los demócratas no debemos tenerle ningún miedo a la democracia, un sistema en degradación pero por el que merece la pena luchar".
Hombre que no rehuye ningún ámbito de análisis, se posiciona en esta obra claramente a favor del Estado laico y de que el gobierno español rompa sus acuerdos con el Vaticano. "Gracias a los acuerdos con el Vaticano, el poder público español no sólo permite la libertad de educar fieles católicos en vez de ciudadanos, sino que además paga todavía la educación de los futuros fieles con el dinero de todos los ciudadanos", escribe.
Sobre los fundamentalismos en el mundo, ha dicho que "no existe política allí donde el libro sagrado sustituye a una constitución".
Tampoco escapa de su opinión la recuperación de la memoria histórica, de la que es partidario, aunque recalca que, "siendo muy importante abrir las fosas de 1936, nadie debería olvidar que la fosa más sangrante ahora es la del Estrecho de Gibraltar, donde mueren cada año muchas personas".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.