La franquicia, una opción más para el autoempleo
La inversión inicial ronda los 100.000 euros, pero hay opciones por debajo de 20.000
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El origen del término franquicia se remonta a la Edad Media, pero la sistematización del modelo no se produjo hasta el siglo XIX. Fue entonces cuando Singer estableció una red de concesionarios para distribuir sus máquinas de coser ahorrándose los gastos que suponía mantener un número elevado de vendedores directos.
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Marcas como Ford, General Motors y Coca-Cola siguieron el mismo camino y la fórmula empezó a generalizarse. El despegue llegó tras la II Guerra Mundial, y desde entonces su ritmo de crecimiento ha sido imparable.
A España, la franquicia llegó en los cincuenta y, según datos de la Asociación Española de Franquiciadores, en la actualidad hay 875 enseñas franquiciadoras, que en 2008 facturaron 26.010 millones.
Desde el sector insisten en el atractivo de un negocio que ofrece "más garantías de futuro". El director general de Barbadillo Asociados, Santiago Barbadillo, considera una "oportunidad para el autoempleo", y pone de relieve que las franquicias "reducen el riesgo de fracaso". Además, "el poder negociador de la firma se traduce en mejores precios a la hora de
organizar procesos".
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Uno puede invertir parte de sus ahorros en una franquicia o, en el caso de los parados, capitalizar la prestación de desempleo para cobrar de una vez el 60% del subsidio que le corresponda y montar un negocio con ese dinero, dándose de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y en Hacienda. En ambos casos, lo esencial es seleccionar adecuadamente la franquicia y examinar la viabilidad del proyecto.
La consultora Tormo & Asociados aconseja no dejarse llevar por la primera impresión. "Obtener asesoramiento profesional es clave. Debe reunirse la suficiente información sobre la franquicia, incluida su situación económica", insisten. Recomiendan comprar una guía de franquicias, y subrayan la importancia de ponerlo todo por escrito. "Desconfíe de las promesas verbales. Evalúe la solidez de la marca y evite que el prestigio le ciegue".
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Una vez elegida la franquicia hay que efectuar un exhaustivo análisis económico y financiero de la iniciativa. Es importante contrastar bien la información hablando con otros franquiciados de la marca, y conviene verificar al detalle el contrato con el franquiciador.
La inversión inicial de una franquicia ronda los 100.000 euros de media, pero hay negocios que sólo exigen un canon de entrada y menos de 20.000 euros: Viajes Eroski, Credit Seguros, Inlingua...
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Para solucionar dudas y facilitar la búsqueda de financiación, la Cámara de Comercio de Madrid ha puesto en marcha unas jornadas gratuitas orientadas a este tipo de negocio: Los martes de la franquicia.