Este artículo se publicó hace 11 años.
Francisco asegura que su poder está al servicio de los más pobres
El nuevo Papa recibe el anillo y el palio en una multitudinaria ceremonia de inicio de Pontificado en el Vaticano
Francisco ha comenzado su discurso en la ceremonia de inicio de Pontificado en el Vaticano acordándose de los más pobres, reforzando así la imagen que trata de dar como "Papa de los pobres" frente a las acusaciones que le señalan como antiguo colaborador de la dictadura argentina del general Videla. Ha asegurado que su poder está al servicio de otros, "especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado". Y ha recordado que "el odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida".
Francisco ha salido, en torno a las 8.45, horas de la Casa de Santa Marta para recorrer en 'jeep' descubierto, en lugar del 'papamóvil', la Plaza de San Pedro y sus corredores y se ha acercado hasta el final de la Plaza con el fin de saludar a la multitud que la abarrota para acudir a la Misa de Inicio del Ministerio del Ministerio Petrino. El nuevo dirigente eclesiástico ha decidido simplificar la ceremonia. No da la comunión a ninguna persona, sino que la comunión es repartida por diáconos, así como también serán 500 sacerdotes los que repartirán la comunión en la plaza de San Pedro y Via della Conciliazione.
"Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe", afirmó el Papa en la homilía de la misa de inicio de pontificado. Agregó que el pPapa debe abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, "especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; esos a los que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado".
El Obispo de Roma también pidió a los responsables políticos y sociales que sean custodios de la creación y guardianes del medio ambiente. "Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro", afirmó en la homilía. Y señaló que para custodiar, también los hombres tienen que cuidarse de ellos mismos.
"Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia, ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura". Francisco precisó que la vocación de custodiar no sólo atañe a los cristianos, sino que corresponde a todos, "es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos".
Mientras se celebra la ceremonia, los fieles saludan, aplauden, vitorean y agitan banderas de diferentes países al paso del Pontífice, custodiado por guardaespaldas y sonriente. El papa Francisco ha saludado con la mano y bendecido a los asistentes e, incluso, ha hecho un alto en el camino para bajar a saludar a una persona en silla de ruedas y también le han acercado niños para que los besara. Igualmente, en algún momento del recorrdio ha levantado los pulgares en señal de alegría y emoción.
Los Príncipes de Asturias también han asistido la Plaza de San Pedro. El príncipe Felipe, vestido de gala, y la princesa Letizia, con un vestido oscuro y velo, charlaban con los príncipes de Holanda, Guillermo y Máxima, mientras el Papa entraba en el Vaticano para preparar sus paramentos y rezar. La delegación española también estaba representada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su esposa, Elvira Fernández, así como los ministros de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; de Exteriores, José Manuel García Margallo, y de Interior, Jorge Fernández Díaz. Entre los asistentes también se pudo ver a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, vestida de oscuro y tocada con un pequeño sombrero, así como al príncipe Alberto I de Mónaco.
Así, al finalizar la procesión al sagrado de la Plaza de San Pedro y antes del inicio de la Misa se llevan a cabo los ritos específicos del inicio del ministerio petrino, que son la imposición del palio, la entrega del anillo y el rito de obediencia. Primero, ha recibido la imposición del palio de parte del cardenal Protodiácono, Jean-Louis Tauran, el mismo que ha anunciado el 'habemus papam'. El Palio se coloca sobre los hombros y es hecho de lana de corderos y ovejas que recuerda al Buen Pastor que carga sobre sus hombros a la oveja perdida.
Posteriormente, el primero del Orden de los Obispos, el decano, el cardenal Angelo Sodano le ha entregado el "anillo del pescador", que evoca a Pedro que era pescador y al que Jesús llama a ser "pescador de hombres". El Pontífice ha saludado fuertemente con la mano al cardenal Sodano al recibir el anillo.
El anillo "está hecho de plata dorada" y lleva la figura de San Pedro con las llaves. Su autor es el artista italiano Enrico Manfrini y el Papa lo ha elegido entre otros que le había presentado el maestro de las ceremonias pontificias, monseñor Guido Marini. En concreto, el modelo del anillo había sido hecho para Pablo VI, pero nunca fue realizado en metal. El molde del anillo ha estado en posesión del arzobispo Pasquale Macchi, que fue secretario de Pablo VI y después pasó a Monseñor Ettore Malnati que fue su colaborador por mucho tiempo.
Así, el anillo que ha elegido el papa Francisco ha sido hecho por monseñor Malnati, quien mandó hacer el anillo en plata dorada del molde en cera y se lo ofreció al cardenal Giovanni Battista Re, pero el papa Pablo VI nunca usó ese anillo porque llevó siempre el anillo hecho en ocasión del Concilio Vaticano II, según ha explicado el padre Lombardi.
Después de venerar la tumba de San Pedro, Francisco subirá al altar de la Confesión hasta el piso de la Basílica para continuar con la procesión que se dirige a la plaza de San Pedro, momento en el cual también los diáconos llevan el anillo, el palio y el evangeliario, mientras que se cantan las 'Laudes Regiae' (El Rey es Cristo), con algunas invocaciones tomadas del documento del Concilio Vaticano II, Lumen Gentium sobre la Iglesia. En ese momento de la ceremonia se invoca a los santos, entre los que destacan en particular los Santos Pontífices romanos pronunciando solo el nombre de los Papas santos, no de los beatos.
Mientras, miles de católicos de Argentina se juntan en la Plaza de Mayo en la madrugada, con 17° de temperatura, para ver la asunción del Papa, mientras la izquierda de este país advierte que le será más difícil avanzar con temas como la despenalización del aborto.
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