Este artículo se publicó hace 15 años.
Felipe González toma el mando de Doñana
Los ecologistas critican el relevo del científico Ginés Morata
La Junta de Andalucía ha sustituido a un científico por un político al frente del órgano de decisiones de Doñana. El Gobierno andaluz (PSOE) aprobó ayer el nombramiento del socialista Felipe González como nuevo presidente del Consejo de Participación del parque, un cargo ocupado desde 2007 por el prestigioso biólogo Ginés Morata, premio Príncipe de Asturias.
La designación se produce cuando el Gobierno central sigue pendiente de resolver proyectos empresariales controvertidos en la comarca, como la refinería Balboa que prevé un oleoducto que rozará el parque, y después de que Morata mostrara su rechazo a la infraestructura, frente a la actitud ambigua manifestada por el ex presidente del Gobierno. "¿La refinería en Extremadura? Hay que hacer la evaluación. ¿Que sería mejor en Murcia o Castilla-La Mancha? No lo discuto", aseguró el pasado mayo González, que ha pasado temporadas en Doñana, en una comparecencia en la que también expresó que en España hacen falta más refinerías para evitar la dependencia energética.
Izquierda Unida, que ayer valoró el nombramiento como un "cierto retiro para alguien a quien le gustaba pasar sus vacaciones allí", llegó a acusarle de ser el "gran valedor" del oleoducto, un proyecto arropado por el ex presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra y defendido incluso en mítines por el propio Rodríguez Zapatero.
Críticas de los ecologistas
Ajeno a la política, Morata se mostró ayer "satisfecho" con su labor y consideró un "honor" que un personaje del "calibre" del ex presidente lo releve en su cargo. Según el director de la Estación Biológica de Doñana y coordinador del CSIC en Andalucía, Fernando Hiraldo, la designación de González, aunque tiene un "matiz político", va más allá: "No ha sido nombrado sólo por ser político, sino por ser un hombre que quiere a Doñana y que tiene ganas de hacer cosas por su conservación", dijo.
Los grupos ecologistas acogieron con mucho menos entusiasmo el relevo. "Conceder un cargo de responsabilidad en un espacio protegido a un señor pronuclear, que defiende proyectos nada sostenibles, es lo que menos necesita Doñana; la Junta se ha equivocado", critica Juan Romero, de Ecologistas en Acción. "Ya dije que a Morata le quedaban dos telediarios", recuerda. Cuando Romero realizó estas últimas manifestaciones, el biólogo acababa de votar en contra del proyecto de la refinería Balboa. "Morata se significó votando en contra de la propuesta de los representantes de la Junta, se opuso radicalmente al oleoducto y, de alguna manera, ése ha sido uno de los momentos en que ha demostrado su compromiso con Doñana", explica Juanjo Carmona, portavoz de WWF en Doñana, que espera, no obstante, que el nombramiento de González sea productivo.
"Siempre hemos pedido que el presidente tuviera peso político, y éste lo tiene. Pero tiene que haber un compromiso, como el que demostró Cristina Narbona cuando era ministra de Medio Ambiente: al ver que los datos del puerto de Sevilla no cuadraban, ordenó parar los dragados porque Doñana era lo primero", añade Carmona.
Giro en la Junta
Aunque no ha expresado un apoyo abierto al oleoducto y pese al informe negativo de sus propios técnicos, la actual consejera andaluza de Medio Ambiente, Cinta Castillo, nunca ha rechazado el proyecto escudándose en que la autorización depende del Gobierno central.
Esa actitud y sus reservas sobre el hotel ilegal de El Algarrobico en la costa almeriense han llevado a los ecologistas a acusar a la Junta de un giro radical en política ambiental. "Su antecesora en el cargo, Fuensanta Coves, apostó por quitar a los políticos de Doñana, y ahora Castillo vuelve a politizarlo; es contradictorio", concluye Romero.
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