Roger Federer casi se ha olvidado de lo que es no competir en las últimas rondas de un gran slam, y tratará deseguir así el martes cuando se enfrente al ruso Igor Andreev en la cuarta ronda del Abierto de Estados Unidos.

El cuatro veces campeón del torneo de Flushing Meadows ha disputado 17 semifinales consecutivas en los torneos del circuito y, pese a loscríticos que anunciaban su rápida descalificación en Nueva York después de una temporada floja en la que solo ha ganado dos títulosmenores, el suizo ha dicho estar preparado para acallar a sus detractores.

"Recuerdo esas derrotas en la primera ronda en los slams, en los días en los que había presión", dijo el tenista, refiriéndose a su pobrehistorial hasta que ganó su primer título de Wimbledon en 2003.

"Eso ya no es nada. Hoy es fácil lidiar con eso. Por supuesto, estoy muy contento y orgulloso de mi marcha en los grandes (torneos), ysiempre es bonito ser parte del grupo final, ya sea la semifinal o la final. De eso se trata", añadió.

"Por eso trabajo duro. Siento que podría ocurrir de nuevo aquí", añadió el número dos del mundo, que perdió el primer puesto hace dossemanas ante Rafael Nadal.

Mientras Federer aún no ha perdido ningún set de Nueva York y parece estar despuntando en los momentos adecuados, Novak Djokovic seesforzará por evitar otra agotadora sesión en la pista rápida del estadio Arthur Ashe.

El serbio, tercer favorito del torneo, jugó en la ronda anterior un partido de cuatro sets durante cuatro maratonianas horas con Martin Cilic, ypodría enfrentarse a otro duro reto con el español Tommy Robredo.

A su vez, Andy Roddick jugará contra el medallista de plata de los Juegos Olímpicos de Pekín, el chileno Fernando González.