El fantasma de la huelga llega a los mercados
Algunos clientes ya compran más de lo normal para evitar problemas
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Nada parecía indicar hoy, en el castizo Mercado de Maravillas de Madrid, que una huelga podría poner en riesgo el abastecimiento de algunos alimentos. Los clientes compraban con normalidad y los puestos lucían su bien surtido género. Pero la amenaza de la huelga estaba en todas las conversaciones. Aunque pocos creen que al final la sangre vaya a llegar al río, ya había clientes de este mercado, como Margarita Losada, que compraban más de lo normal para tener las provisiones aseguradas en estos días. "He tenido que comprar bastante más, sobre todo fruta, pero así y todo creo que los transportistas tienen razón porque el gasóleo ha subido una barbaridad", explicó.
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El comportamiento de esta clienta se reprodujo en otros lugares de venta, como en uno de los centros de la cadena Supermercados de Madrid cuyo gerente, Juan Carlos López, advirtió hoy una inusual afluencia de público para ser lunes, así como que los clientes se llevaban más cosas que de costumbre.
A pesar de que hoy no faltaba de nada en este supermercado, uno de los camiones de gran tonelaje que tenía que abastecer a este comercio no apareció. En este caso su responsable había sido previsor y ya había encargado mercancía suficiente el pasado viernes. "Sin embargo, con los camiones pequeños no hay problema, porque pasan desapercibidos", indicó López.
Uno de los productos que puede peligrar más en ciudades del interior como Madrid es el pescado, aunque hoy no había motivos para la preocupación.
José Luis Sebastián, responsable de La Boutique del Mar, uno de los puestos del Mercado de Maravillas, señaló que hoy "había de todo" en el mercado central de abastos de Madrid (Mercamadrid), si bien aventuraba para hoy un incremento de los problemas.
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En la misma línea, el carnicero Román Patiño no había percibido nada fuera de lo normal, ya que, a su juicio, en la noche del domingo al lunes no faltaba ningún producto en Mercamadrid, aunque reconocía que muchos de sus clientes estaban preocupados. En cualquier caso, Patiño consideró, al igual que otros de sus compañeros, que los problemas podrían empezar hoy si los camiones tenían dificultades para llegar a la capital.
En cuanto a las frutas y verduras, José Paredes, que regenta un puesto en el mercado, y sus compañeros de otro puesto Antonia Jiménez y Edgar Navarro coincidían también en señalar que hoy no había desabastecimiento. "Pero no sabemos qué pasará mañana", advertían.