Este artículo se publicó hace 15 años.
Expuesto en Roma un fresco de Guglielmi oculto durante siglos
El fresco de Gregorio Guglielmi "La multiplicación de los panes y los peces" ha estado oculto al público durante siglos, pero ahora, por primera vez, los admiradores tienen la oportunidad de ver durante cinco semanas esta obra maestra del barroco tardío.
El fresco de seis por diez metros ocupa una pared entera de un viejo refectorio del antiguo convento de San Agustín en Roma, que ahora alberga la sede de la Fiscalía General de Italia.
Pese a que, con sus cuadros de Caravaggio y Rafael y dada la cercanía de la Biblioteca Angelica, el lugar es visitado con frecuencia, el acceso a la parte del antiguo convento ha estado vetado hasta la actualidad.
Ahora una exposición sin precedentes ha abierto temporalmente al público el refectorio y el claustro, rediseñado en 1740 por Luigi Vanvitelli, en una iniciativa que trata de dar a conocer la historia del convento y promover la obra de Guglielmi.
Desconocido en la actualidad, fue uno de los pintores más solicitados de su tiempo, con encargos por toda Europa, como el Palacio Schonbrunn en Viena y los trabajos que realizó para Catalina II de Rusia.
"Queríamos trasladar una exposición aquí, al lugar de uno de sus trabajos más importantes, para que el publico pudiera redescubrir su pintura y apreciar su estilo", dijo a Reuters Edith Gabrielli, comisaria de la exposición en Roma.
El arte de Guglielmi fue, explicó Gabrielli, "hecho para el deleite".
Para destacar este hecho, la muestra incluye trabajos de otros artistas que se encontraban en Roma en la misma época, como Jean Francois de Troy, Pierre Subleyras o Gaetano Lapis. En contraste con las sobrias escenas de sufrimiento de estos, el fresco de Guglielmi está lleno de color y luz.
Pero en una disputa artística típica, una de las personas que no apreció la visión de Guglielmi fue el arquitecto del edificio, Vanvitelli, que se quejó porque el fresco "invadía" y "estropeaba" el interior de su refectorio.
"Creo que el fresco es de una calidad innegable", dice Gabrielli. "Creo que Vanvitelli y Guglielmi simplemente tuvieron dos concepciones artísticas muy diferentes. Pero en realidad al final trabajaron juntos muy bien".
"Gregorio Guglielmi: Pittore Romano del Settecento," en el convento de San Agustín (Roma), estará abierta hasta el 15 de marzo. La entrada es gratuita.
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