Este artículo se publicó hace 15 años.
Una exposición reúne por primera vez piezas de terracota china de tres dinastías
Una exposición, que se muestra desde hoy por primera vez, reúne en Valladolid veintiún piezas de terracota china de tres dinastías, la mayor parte de ellas figuras depositadas antaño en tumbas de dignatarios y aristócratas para servir de guía o defensa en el viaje de los muertos al más allá.
Se trata de obras datadas entre el siglo III a.C. y el siglo XIV d.C., pertenecientes a una colección de la Fundación Alberto-Jiménez Arellano Alonso, una organización adscrita desde 2004 a la Universidad de Valladolid, que fueron adquiridas en Holanda, país al que llegaron desde China.
José Antonio Gil Verona, director de la Fundación Alberto Jiménez-Arellano Alonso, y la directora del Museo de la Universidad de Valladolid (MUVa), María ángeles Gutiérrez, han dado a conocer hoy las características de esta muestra inédita, que permanecerá abierta en la sala de exposiciones del museo hasta el 31 de mayo.
Las piezas corresponden a diferentes fechas de las dinastías Han (206 a.C-220 d.C.), Tang (618-907 d.C) y Ming (1368-1644 d.C), con dos peculiaridades comunes, la fabricación en terracota y que obedecen a "objetos de sustitución".
Los objetos de sustitución consisten en figuras que antiguamente se depositaban en las tumbas de emperadores, altos dignatarios o de la aristocracia local, con el fin de servir de escolta, defensa o servicio en su viaje a los enterrados, ha explicado Gil Verona.
Arqueros, jinetes, músicos y danzarinas figuran entre las obras que alberga la muestra y que formaron parte de las representaciones que se colocaron en las tumbas a raíz de que se prohibieran los sacrificios humanos, en el siglo V a.C..
La policromía caracterizó estas obras en su día y ahora, en el siglo XXI, está prevista su restauración después de que concluya su exhibición ante el público, ha adelantado Gil Verona.
La belleza de las piezas constituye uno de los aspectos que más ha destacado Gil Verona, quien ha citado entre ellas la que representa una novia, reflejo de la forma de vestir de entonces para este tipo de ceremonias, de la situación de la mujer, y perteneciente a la dinastía Han.
Al material de terracota se suma en la exposición la madera, presente en la muestra con una pieza que representa a Buda y que pone de relieve así la importancia que adquirió la religión budista en China.
También los visitantes de la exposición podrán contemplar tres cuadros, dos de ellos de paisajes en tinta china y el otro consistente en un bordado en tela de seda, ejemplo de la habilidad de los artistas chinos al trabajar este material, según Gil Verona.
Para complementar la información sobre distintas épocas de China a través de la exposición, los organizadores han preparado talleres de caligrafía china, sombras chinescas y Tai Chí.
"Terracotas chinas en la colección Alberto Jiménez Arellano Alonso" es el título de la exposición, que ha sido posible en función de la colaboración vigente entre la Fundación y el MUVa y previsiblemente viajará a distintas ciudades, aún por determinar.
La cooperación entre ambas organizaciones permite el desarrollo no sólo de exposiciones, sino también de programas educativos comunes, como las visitas guiadas o talleres didácticos, ha concretado Gutiérrez.
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