Una exposición reivindica la eclosión pictórica generacional de la Transición

La Fundación Manuel Chirivella acoge desde hoy, en el Palacio Joan de Valeriola, una exposición que reivindica la eclosión pictórica de la Transición española a través de una generación de artistas como Miquel Barceló y Luis Gordillo que se reveló contra la corriente conceptual predominante y apeló a la estética para recuperar su libertad expresiva.

La muestra, titulada "La Generación del Entusiasmo", presentada hoy por su comisario, Joan Robledo, y el presidente de la fundación, Manuel Chirivella, plantea una aproximación a la pintura española del periodo comprendido entre los años setenta y la primera mitad de los ochenta, con una selección de 36 obras, algunas inéditas, complementadas con documentación y archivos audiovisuales.

Reivindica un periodo encasillado como "el arte de los ochenta" que, sin despreciar las críticas y valoraciones que se le atribuyen, "reclama ser considerado como un punto de inflexión en nuestra más reciente historia del arte", apunta Robledo.

La exposición propone cuatro aspectos concretos de esta etapa para poder revisar la época con una mayor atención y estudiarla de forma aislada, sin intención de convertirse en una antología sobre los pintores y sus obras.

El primero de ellos se centra en Luis Gordillo y José Guerrero, dos artistas que transitaron por generaciones anteriores y que adquirieron una "especial valoración" como precedentes de la pintura de los ochenta.

Estos dos pintores, con obras como "Dos imágenes" (Guerrero) y "Antropomorfo" (Gordillo), influyeron notablemente en artistas abstractos posteriores y constituyeron "el génesis de la generación", según Robledo .

El segundo espacio se centra en las relaciones entre "la alta y la baja cultura", y examina la nueva visualidad del arte en la obra de pintores adscritos a la denominada "Nueva Figuración Madrileña", como Carlos Alcolea, Guillermo Pérez Villalta y Herminio Molero, entre otros.

Los cuadros de estos autores, que no se circunscribieron a ningún postulado teórico, rechazan los estereotipos políticos de la Transición y utilizan elementos del cine, la publicidad y del cómic para elaborar una corriente "kitsch" ajena a los estereotipos de la sociedad.

En el tercer ámbito, la muestra reúne la obra de pintores que rompen la tendencia conceptual que predomina en la mayoría de los países y apuestan por la expresión gestual y el arte abstracto cargado de una significación política antifranquista, tendencias que se pueden observar en cuadros de Alfonso Albacete, Miguel Ángel Campano y Juan Navarro.

Por último, el cuarto espacio expone las obras de una segunda oleada de pintores, genéricamente denominados "neoexpresionistas", que supone la alineación definitiva a las vanguardias internacionales y supera el aislamiento acarreado por la cultura española durante la dictadura.

En ese sentido, las pinturas de Ferrán García Sevilla, José María Sicilia y, especialmente, los autorretratos de Barceló pintando cuadros, ofrecen lienzos llenos de color y de pinceladas inconexas que apuestan por un sentido estético del arte.

Los archivos visuales que complementan la muestra reproducen testimonios de algunos de los artistas expuestos e inciden en las preocupaciones personales, políticas y sociales que afectaban a su trabajo.

La exposición, compuesta por obras de la colección de la Fundación Chirivella y Soriano, y otras cedidas por museos como el Centro Artium de Vitoria, trata de acercar al público valenciano la obra de unos artistas que han tenido "menos visibilidad" en las instituciones públicas y privadas a pesar de "su notable proyección nacional", ha explicado Robledo.

Por su parte, el secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró, que también ha participado en la inauguración, ha destacado que, además de "su gran calidad plástica", estas obras rememoran la "liberación artística" y la "búsqueda de nuevas ideas" que guiaron a estos autores por unas décadas de "reivindicación" y "normalización".