Este artículo se publicó hace 16 años.
Una exposición de Narnia muestra un mundo real tras la fantasía
Un museo de la ciudad estadounidense de Filadelfia ha adoptado un enfoque novedoso para enseñar ciencia e historia a los niños, aprovechando las películas de Narnia basadas en los famosos libros de C.S. Lewis.
El Instituto Franklin, el principal museo de ciencia de Filadelfia, organiza una exposición de trajes, armas y recuerdos que se utilizaron para hacer las películas sobre una tierra de fantasía llamada Narnia.
Pero no se limita a mostrar una historia que ha cautivado a los niños desde hace casi 60 años, sino que trata de que los jóvenes visitantes se fijen en una serie de cuestiones medioambientales, científicas e históricas que están detrás de la muestra en sí.
"Se trata de capturar la imaginación y reavivar la curiosidad", dijo Michael Flaherty, presidente de Walden Media, que produjo las películas y asesoró al instituto sobre la exposición.
La muestra, que se inaugura el viernes y se prolongará hasta abril de 2009, espera estimular a los visitantes con un enfoque dual, explicó.
El trono helado desde el que la Bruja Blanca preside una tierra en la que siempre es invierno pero nunca Navidad, lleva a los visitantes a unos paneles sobre los efectos de los seres humanos en el clima, y les invita a apretar un botón para averiguar por qué la nieve artificial que cae sobre sus hombros es blanca.
También se puede ver la cita "talar bosques y vaciar arroyos" de uno de los personajes en el "príncipe Caspian", para animar a los visitantes a pensar en la rapidez de la desforestación.
"Las crónicas de Narnia: La exposición" también incluye muchas referencias a la Inglaterra de los años 40, en la que viven los personajes de Lewis. Hay objetos de la Segunda Guerra Mundial, como las mantas y las maletas que usaban los habitantes de Londres en los refugios del Metro para protegerse de los bombardeos nazis.
Los uniformes escolares de los cuatros niños durante sus viajes a través de Narnia y una caja de Turkish Delight, los dulces queridos por los ingleses pero difíciles de conseguir por el racionamiento en el Londres de la guerra son otros de los objetos en exposición.
Al final se pide a los chavales que piensen si las aventuras de los niños representan lecciones valiosas en la vida.
"El príncipe Caspian y los niños Pevensie han mostrado que evidenciar virtudes y tomar las opciones correctas nos permiten coexistir pacíficamente con los demás y vivir en armonía con la naturaleza", dice una placa.
"Cuando dejas Narnia para volver a tu propio mundo, guarda estas ideas e importantes lecciones en tu propio viaje".
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