Este artículo se publicó hace 16 años.
El exceso de calorías vuelve loco al cerebro: estudio
Por Maggie Fox
Comer de más hace que el cerebroenloquezca y genera un daño que podría causar diabetes,enfermedad cardíaca y otras dolencias, informaron el juevesinvestigadores estadounidenses.
Consumir mucha comida parece activar senderos del sistemainmunológico habitualmente dormidos en el cerebro, lo que haceque las células inmunes ataquen y destruyan a invasores que noestán allí, reveló el equipo de Dongsheng Cai, de la Universityof Wisconsin-Madison.
El hallazgo, publicado en la revista Cell, podría ayudar aexplicar por qué la obesidad causa tantas enfermedadesdiferentes. Esto podría ofrecer además una nueva forma deprevenir la obesidad en sí.
"Este sendero está presente pero habitualmente inactivo enel cerebro", dijo Cai en un comunicado.
La obesidad es un problema creciente en todo el mundo. Enel 2007, 1.800 millones de personas tuvieron sobrepeso uobesidad. Los medicamentos actualmente comercializados paracombatir la enfermedad sólo tienen un éxito limitado y suelenpresentar efectos colaterales graves.
El equipo de Cai trabajó con ratones, buscando explicar losestudios que demostraron que la obesidad causa inflamacióncrónica en todo el cuerpo. Esa inflamación se encuentra en unaserie de dolencias relacionadas con la obesidad, entre ellas laenfermedad cardíaca y la diabetes.
Los expertos analizaron un compuesto conocido comoIKKbeta/NK-kappaB.
Las células inmunes como los macrófagos y los leucocitosemplean este compuesto pero el equipo de Cai lo halló en elhipotálamo, una parte del cerebro relacionada con elmetabolismo, tanto en los ratones como en los seres humanos.
"El hipotálamo es el 'centro' de la regulación de laenergía", escribieron los autores.
El equipo encontró altos niveles del compuesto allí peroestaba normalmente inactivo.
Cuando los investigadores alimentaron a los roedores conuna dieta elevada en grasa, el compuestos se volvióextremadamente activo.
Y al estar activo, el cuerpo ignoraba las señales de laleptina, una hormona que normalmente ayuda a regular elapetito, y la insulina, que ayuda a convertir el alimento enenergía.
Estimular el IKKbeta/NK-kappaB hizo que los ratonescomieran más, mientras que suprimir el compuesto los hizo comermenos.
Cai cree que su equipo descubrió un eslabón clave de lasenfermedades causadas por la ingesta excesiva de alimentos.
"La presencia de IKKbeta/NK-kappaB en el hipotálamo podríaatravesar la familia entera de enfermedades modernas inducidaspor el exceso de alimentación y la obesidad", indicó elequipo.
Cai no sabe por qué este compuesto estaría en el cerebro yen el sistema inmune, pero sospecha que evolucionó hace muchoen animales primitivos que no tenían el mismo sistemainmunológico sofisticado que los animales modernos, incluidoslos ratones y los seres humanos.
"Aparentemente jugó algún rol a la hora de guiar la defensainmunológica", dijo Cai en una entrevista telefónica. "En lasociedad de hoy en día, este sendero es movilizado por undesafío ambiental diferente: el exceso de alimentación", agregóel autor.
Eliminar el gen mediante ingeniería genética mantuvo a losratones comiendo normalmente y evitó la obesidad. Aunque estono puede aplicarse en las personas, Cai considera que unmedicamento, o incluso la terapia genética, podría funcionar.
En la terapia genética, un virus u otro vector se empleapara transportar ADN corregido en el organismo, pero el enfoqueaún está en etapas muy experimentales.
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