Este artículo se publicó hace 15 años.
El ex novio de Marta dice que la mató y la tiró al río
Miguel Cárdaño, de 20 años, confiesa que la golpeó con un cenicero // Dice que el crimen no fue intencionado // Un amigo, también detenido, le ayudó a lanzar el cadáver al Guadalquivir
Las peores sospechas de la familia de Marta del Castillo se confirmaron ayer. La joven sevillana, desaparecida hace tres semanas, está muerta. Miguel Cárdaño, el chico con el que mantuvo una relación sentimental de apenas dos meses, confesó ser el autor del crimen, cometido el mismo día en que la chica fue vista por última vez, informan fuentes del caso. Según su versión de los hechos, el joven, de 20 años, llevó presuntamente a Marta, de 17, a la casa donde él vive, en el municipio sevillano de Camas. Allí, tras una fuerte discusión, dio un duro golpe a la joven con un cenicero en la cabeza.
Al comprobar que Marta no reaccionaba, el presunto homicida, desconcertado, llamó a un amigo, Samuel. B.P . , y ambos acordaron que lo mejor ante esa situación era deshacerse del cuerpo. Y así lo hicieron. Se desplazaron hasta un puente poco transitado del río Guadalquivir, entre Camas y Sevilla, y arrojaron el cadáver al agua.
El padre de la chica siempre sospechó que Miguel había matado a su hija
Tras la confesión, ayer de madrugada, la Policía y la Guardia Civil intensificaron durante el día la búsqueda del cuerpo en el lugar señalado por el presunto homicida. Submarinistas, agentes de la Policía y la Guardia Civil, miembros de la Unidad Militar de Emergencia y los bomberos de Sevilla rastrearon la zona hasta que anocheció. Dos helicópteros de la Policía y de la Guardia Civil también sobrevolaron el lugar sin éxito. Las lluvias de los últimos días complican las labores. Hoy por la mañana reanudarán la búsqueda.
La Policía detuvo a Miguel Cárdaño y a su amigo, del modesto barrio de Los Pajaritos, el pasado viernes. Durante las primeras horas del interrogatorio, ambos se declararon inocentes. Posteriormente, comenzaron a culparse mutuamente. Hasta que, al final, el presunto asesino, derrumbado, se autoinculpó, aunque aseguró a los agentes que le tomaban declaración que no la mató "intencionadamente".
La Policía pretende agotar las 72 horas de plazo, hasta mañana lunes, antes de ponerlos a disposición del juez que instruye el caso. Podría tratarse de un crimen machista.
La Policía lo había detenido con anterioridad en dos ocasiones
Principal sospechoso
La familia de Marta sospechó desde el primer momento de Miguel Cárdaño, con quien la chica mantuvo una relación hace un año. El día de la desa-parición, el 24 de enero, pasaron la tarde juntos en el barrio de Triana y, sobre las 21:30, él la acompañó hasta su casa, en la calle Argantonio. Es probable que Marta subiera al piso para conectarse a Internet, ya que su padre, Antonio del Castillo, aseguró que el módem para la conexión estaba encendido, pese a que él lo había dejado apagado. Una vecina aseguró haberla visto en el portal como si estuviera esperando a alguien. A partir de ahí, se perdía la pista.
La primera persona a la que llamó el padre de Marta para saber de ella fue a Miguel Cárdaño, que respondió fríamente desconocer su paradero. Al día siguiente estuvo ilocalizable durante al menos tres horas. El joven no ha participado en ninguna de las manifestaciones preparadas para intentar localizar a Marta. "Los amigos de Marta están todos aquí, el 99%, hay una persona que falta y todos sabemos quién es", dijo el padre de la joven en la primera protesta, a la semana de su desaparición.
Según señalaron a Público fuentes de la investigación, la Policía tuvo siempre a Miguel Cárdaño como principal sospechoso. En dos interrogatorios anteriores al de este fin de semana, el joven respondió con contradicciones e incoherencias, pero la Policía no tenía suficientes pruebas para acusarle. El posterior hallazgo de indicios tras varios registros en domicilios, llevaron a la Policía a vincular al ex novio de Marta y a su amigo con el suceso, lo que terminó en la detención de ambos el viernes pasado.
Ese mismo día, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, informó a los padres del arresto. "Si lo han detenido, por algo será, siempre he pensado que estaba implicado", declaró Antonio del Castillo a Efe ayer por la mañana. Poco después, López Garzón le daba la peor noticia: Miguel Cárdaño confesó que había matado a Marta.
Vida desestructurada
La familia de Marta no aprobaba la relación entre su hija y su presunto asesino. Consideraban que era muy celoso y violento. Según publicó ayer El Correo de Andalucía, el día de la desaparición, Marta le dijo a su madre que tenía que aclarar un asunto con él y contó a su mejor amiga que estaba enfadada porque Miguel iba difundiendo rumores sobre ella.
Miguel Cárdaño creció en una familia gravemente desestructurada: huérfano de madre, padre alcohólico y antecedentes penales por robo desde los 16 años, informa Europa Press. Al parecer, ahora estaba en paro y esperando un hijo de otra chica, una adolescente de etnia gitana, según fuentes cercanas.
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