Este artículo se publicó hace 15 años.
Europa suspende de nuevo a España en política educativa
Empeora en abandono escolar, comprensión lectora y alumnos en Bachillerato
La mala integración de los menores inmigrantes aleja a España del cumplimiento de los cinco objetivos que la Unión Europea se había fijado para 2010. El último informe educativo de la Comisión Europea, presentado ayer, señala que en tres de estas metas, las que miden comprensión lectora, abandono escolar o el número de jóvenes que cursan el Bachillerato o Formación Profesional hasta los 18 años, España empeora con respecto a anteriores evaluaciones.
En España, la tasa de abandono escolar se sitúa en el 31,9%, el doble que en la UE (14,9%), según datos de 2008. Los Veintisiete se fijaron para esta década reducirla hasta el 10%, un objetivo cada vez más lejano para España, donde, lejos de reducirse, ha aumentado desde el año 2000 en casi tres puntos. Sólo Malta y Portugal obtienen peores resultados, según los datos de Bruselas.
El informe, presentado ayer por el comisario europeo de Educación, Maros Sefcovic, recopila las últimas cifras disponibles, que indican un claro retroceso en la comprensión lectora de los adolescentes de 15 años. En 2000, el porcentaje de escolares españoles con problemas para entender un texto se situaba en el 16,3%, dentro del 20% que la UE se fijó para esta década. Seis años después, fueron un 10% más los alumnos con baja comprensión.
¿Por qué España, en años de plena expansión económica, retrocedió en criterios educativos básicos? Para los expertos de la Comisión, hay dos factores: una mala asimilación de la llegada de inmigrantes y un sistema educativo víctima del desarrollo exponencial de otros sectores económicos.
Necesidad de mano de obraEspaña "recula", según Anders Hingel, jefe de unidad de Educación, por el efecto de "la inmigración masiva", que a menudo "integra los grupos de población más desfavorecidos", aquellos que "no obtienen buenos resultados en materia de lectura y abandonan antes" su formación escolar. Además, una etapa de bonanza y altos niveles de creación de empleo hizo pensar "a muchos jóvenes que valía la pena dejar de estudiar" para "ganar más dinero" e independencia en un mercado laboral necesitado de mano de obra.
El porcentaje de alumnos que no continúan en el sistema de enseñanza secundaria tras la etapa obligatoria confirma los datos, mostrando un retroceso en el porcentaje de alumnos escolarizados en el Bachillerato o la Formación Profesional, desde un 66% en el año 2000, hasta el 60% en 2008, año en el que empezó a notarse la crisis.
Sin embargo, el Gobierno ha emprendido "reformas importantes", según la Comisión, que conseguirán revertir los datos, algo que Bruselas espera ver en el próximo informe PISA, elaborado por los expertos de la OCDE. Según Hingel, los problemas no se han creado en esta década; se arrastran desde las anteriores, por lo que no se pueden esperar resultados "de la noche a la mañana".
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