Europa exige más y mejor educación sexual

Un informe de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa del pasado marzo marca el camino al Gobierno de las políticas que debe seguir para conseguir frenar el ascenso de embarazos no deseados entre jóvenes.

Más y mejor calidad en la educación sexual conlleva menos embarazos adolescentes y, por tanto, menos interrupciones voluntarias de la gestación. Así ocurre en los países nórdicos, donde es frecuente otra de las recomendaciones del informe de la comisión europea de Igualdad: el acceso a los métodos anticonceptivos está garantizado por las políticas públicas.

"No es razonable que una adolescente madrileña tenga que pasar por 6 ó 7 centros para obtener la píldora del día después", denuncia Raquel Hurtado, responsable de jóvenes de la Federación de Planificación Familiar de España. Según su experiencia, en la gestión de cuatro centros de atención a jóvenes, "la confidencialidad y el anonimato" de los menores que quieren obtener la píldora postcoital no son respetados. La falta de centros que dispensen con libertad este anticonceptivo es una de las razones por las que las políticas de prevención españolas precisan una revisión.

En el fondo de las recomendaciones, que los representantes de los 47 estados del Consejo de Europa aprobaron en marzo aparece la despenalización del aborto. Según el informe, la influencia de los colectivos ultraconservadores dificulta la libre elección de las mujeres para ejercer su propio derecho a abortar.

El Consejo recomienda a los estados despenalizar la práctica en favor de la salud sexual de los jóvenes europeos. "Las restricciones discriminatorias con las mujeres impiden el libre acceso a un derecho adquirido", resume el informe aprobado por la asamblea de este organismo paralelo a la Unión Europea fundado en 1949 con sede en Estrasburgo (Francia).

Las estrategias avanzadas por el Observatorio de Salud de la Mujer del Ministerio de Sanidad para los próximos años cumple fielmente las recomendaciones. Por un lado, el fomento de la educación sexual en todas las edades y por otro facilitar el acceso a los anticonceptivos.