El euríbor se dispara y firma el fin de las hipotecas baratas
La media en abril alcanza el 2,032%, nivel que no se superaba desde febrero de 2009. La subida incrementará el coste medio de los préstamos para vivienda en 59,8 euros al mes
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Obedientes y leales con el Banco Central Europeo (BCE), que lleva tantos meses financiándolos barato y sin límite, los 42 bancos que deciden cada día qué precio le ponen al dinero a través del euríbor, incrementaron ayer de nuevo este índice, principal referencia de las hipotecas en países como España. Ya está en el 2,057%. La media mensual de abril, en el 2,032%, es la más alta desde febrero de 2009. Y parece que esto no para. Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, ha dicho que le asusta la inflación y, aunque la escalada de los precios se deba claramente al petróleo, los bancos se han puesto a hacer lo que les han mandado: ahuyentar el consumo y la inversión. Frenar la demanda para que no suban los precios.
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De momento, con la media actual del euríbor, los hogares que revisen sus hipotecas en mayo en base al dato de abril tendrán que dejar de contar con 59,8 euros cada mes de media para ahorrar o consumir, 717,6 euros menos al año (calculados en base a una hipoteca de 150.000 euros a pagar en 26 años con un diferencial sobre euríbor de 0,50 puntos). Para los créditos que revisen cada seis meses y a los que toque en mayo, supondrá pagar 58,5 euros más al mes.
Rato alerta de la apreciación del euro y Solbes insta a tomar más medidas
Es el precio de la brusca senda alcista que emprendió el euríbor desde que, el pasado 3 de marzo, Trichet anunció con una claridad inusual que se disponía a subir los tipos por primera vez desde julio de 2008 (el anuncio provocó que el euríbor subiese 0,144 puntos en un solo día). Para los hogares que revisen en la segunda mitad del año puede ser peor, porque el mercado se cree ya una nueva subida en junio y quizás incluso una tercera que podría situar el euríbor entre el 2,5% y el 3%.
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Ayer, un día después de que Trichet anunciase que la autoridad monetaria subía el tipo de interés oficial hasta el 1,25%, como si viese un cambio en el ciclo económico que nadie más ve, el euríbor tuvo la mayor subida de la semana. Trichet volvió al mensaje oscurantista que lleva a los analistas a buscar un código secreto en el que la situación "acomodaticia" se interpreta como advertencia de nuevas subidas. El comportamiento que tuvo el jueves y ayer el euríbor confirmaría la traducción.
También la cotización del euro, que ayer ya alcanzaba los 1,44 dólares, un tipo de cambio que no se veía desde enero de 2010. Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada, cree que la divisa europea "puede llegar a superar los 1,50 dólares" si el BCE sube otro medio punto los tipos, porque "ni la Reserva Federal (Fed, banco central de EEUU) ni el Banco de Inglaterra van a seguir el movimiento del BCE". Esto afectará a las exportaciones de la zona del euro y por tanto a las españolas, así como al sector turístico.
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Krugman ve la subida de tipos un favor a Alemania en contra de España
Sobre este efecto de apreciación del euro alertó ayer desde Santa Cruz de Tenerife, donde daba una conferencia, el presidente de Bankia y ex- ministro de Economía con el PP, Rodrigo Rato, para quien "la ortodoxia está muy bien, pero hay que tener un ojo puesto en el valor de las monedas, porque también son un instrumento de política monetaria", informa Efe.
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El también exministro de Economía Pedro Solbes, por su parte, comentó que la decisión del BCE "no es la medida ni el tiempo óptimo para España", por lo que augura que el país tendrá que "ajustarse con otras medidas", informa Ep.
El Nobel de Economía Paul Krugman opinó ayer en su blog de The New York Times que "los mismos argumentos que aconsejan continuar con la estrategia del dinero fácil a la Fed, son aplicables al BCE.
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Lo que ha hecho este no tiene sentido", añadió: "Elevar los tipos incluso cuando sabe que el repunte de la inflación es probable que sea temporal", por deberse a conflictos en el norte de África y al desastre natural de Japón. La solución del ajuste de precios, continúa Krugman, debe lograrse "elevando los salarios en Alemania en lugar de bajarlos en España".
Lo que indica el BCE con su movimiento, añade, "es que en Alemania no se tolerará ninguna inflación, colocando el coste del ajuste a través de la deflación en los países de la periferia". El café para todos que se temía fuese la zona del euro, "se ha transformado en café solo y exclusivamente para Alemania. Es una dolorosa y larga receta para la periferia que aumenta la posibilidad de ruptura del euro".