Este artículo se publicó hace 16 años.
Un estudio revela que la gente torturaría si se lo ordenaran
Algunas cosas nunca cambian. Un grupo de científicos ha repetido un experimento en el que un grupo de personas obedientemente administró dolorosas descargas a otras cuando se lo ordenaban unas figuras revestidas de autoridad.
o al menos creía que lo hacía - aún después de que un actor se quejara de que eran dolorosas, según los hallazgos de Jerry Burger, de la Universidad de Santa Clara en California.
"Lo que descubrimos refuerza el argumento: si usted coloca a las personas en determinadas situaciones, actuarán en forma sorprendente y quizás, muchas veces, alarmante", dijo el viernes en una entrevista telefónica. "Esta investigación es aún relevante".
Burger repitió un experimento publicado en 1961 por el profesor de la Universidad de Yale Stanley Milgram, en el que se le pedía a un grupo de voluntarios que administrara "descargas" eléctricas a otras personas si contestaban determinadas preguntas de forma incorrecta.
Milgram descubrió que, después de escuchar a un actor gritar de dolor con las supuestas descargas de 150 voltios, el 82,5 por ciento de los participantes continuaba administrándolas, la mayoría hasta un máximo de 450 voltios.
El experimento sorprendió en su momento a los psicólogos y nadie había intentado repetirlo debido a la angustia que les produjo a muchos de los voluntarios, que creían que estaban agrediendo a otra persona.
"Cuando oye a un hombre gritar 'déjeme salir, no lo soporto', es el punto en el que se produce al verdadero estrés, por el que criticaron a Milgram", dijo Burger.
"Fue una experiencia muy, muy, muy estresante para muchos de los participantes. Esa es la razón por la cual no es ético repetir el experimento hoy", añadió.
Burger modificó el experimento, poniendo un límite de 150 voltios para los 29 hombres y 41 mujeres que participaron. Midió cuántos de sus voluntarios comenzaban a administrar otra descarga cuando se lo pedía el líder de la prueba, pero en lugar de dejarlos seguir, les detenía.
En el experimento original de Milgram, 150 voltios parecían ser el punto decisivo. En el experimento modificado de Burger, el 70 por ciento de los voluntarios estaba dispuesto a administrar descargas de más de 150 voltios.
Burger no halló diferencias entre sus voluntarios, que tenían entre 20 y 81 años, y los escogió cuidadosamente para que fueran representantes medios del público estadounidense.
"Aunque uno debe ser cauto a la hora de hacer el salto de los estudios de laboratorio a los complejos comportamientos sociales como el genocidio, entender los factores psicológicos sociales que contribuyen a que la gente actúe de modos inesperados y estremecedores siempre es importante", afirmó.
Y es que indicó que el experimento solo puede explicar parcialmente fenómenos como los abusos de prisioneros en la prisión iraquí de Abu Ghraib por soldados estadounidenses o los de la Segunda Guerra Mundial.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.