Este artículo se publicó hace 12 años.
Estudio asocia el humo de segunda mano con el asma en niños
Por Genevra Pittman
Una nueva mirada sobreestudios previos sugiere que los niños que viven con un fumadorson más propensos a sufrir sibilancias o asma, lo que brinda másevidencias del vínculo entre el humo de segunda mano y losproblemas respiratorios.
Investigadores hallaron que el mayor efecto en lasibilancias y el asma se registró en bebés y niños pequeñoscuyas mamás fumaron cuando estaban embarazadas o poco despuésdel nacimiento de sus hijos.
Las conclusiones no comprueban que el humo de segunda manoprovocó el asma en los niños, pero se suman a otrasinvestigaciones que sugieren que el tabaquismo pasivo puededesatar problemas respiratorios en los menores, según losespecialistas.
"Lo que esto demuestra claramente es que la investigación ylos datos que documentan los efectos adversos de la exposiciónal humo de tabaco en el asma de los niños son muy fuertes", dijoel doctor Harold J. Farber, que estudia el tema en la Facultadde Medicina Baylor y el Hospital de Niños de Texas, en Houston.
Farber explicó que los pulmones de los niños podrían ser másdébiles cuando quedan expuestos al humo en el vientre materno yque los fármacos para el asma no podrían funcionar tan bien enesos casos.
"Eliminar la exposición al tabaco de nuestros niños tieneque ser una prioridad crítica de salud pública", dijo a ReutersHealth Farber, que no participó en el reporte.
Investigadores del Reino Unido analizaron más de 70 estudiospublicados entre 1997 y el 2011, de los cuales todos habíanregistrado si los padres u otros miembros del hogar fumaban.Luego examinaron qué niños fueron diagnosticados con sibilanciaso asma.
Aquellos estudios demostraron que cuando las madres fumabandurante el embarazo, sus hijos eran entre un 28 y un 52 porciento más propensos a tener un silbido, dependiendo de a quéedad eran evaluados.
El efecto en los síntomas del asma fue mayor en los bebés ylos niños pequeños, que tenían un 85 por ciento más deprobabilidades de sufrir la enfermedad si habían estadoexpuestos al humo en el vientre.
Cuando las madres u otros miembros del hogar fumaban, losniños tenían una probabilidad un 70 por ciento mayor de padecersibilancias hasta los cuatro años, pero la relación con el asmaquedó menos clara. El efecto del consumo materno de tabaco fuemás débil en niños de 5 a 18 años.
El grupo obtuvo datos limitados acerca de cuánto afectaba alos niños el hecho de que su padre fumara, de acuerdo al estudiopublicado en la revista Pediatrics.
Tricia McKeever, de la University of Nottingham, y suscolegas dijeron que sus resultados sugieren que el humo desegunda mano tiene una mayor influencia en las sibilancias y elasma que la que habían estimado los investigadores.
"Antes, se sabía que (el humo de segunda mano) desataba unataque o exacerbaba el asma", dijo Geoffrey Fong, investigadorsobre el tabaco de la University of Waterloo, en Canadá.
"Este estudio muestra que el humo de segunda mano bienpodría causar el desarrollo del asma" y no sólo desencadenarataques en niños que ya lo padecen, explicó Fong, que noparticipó en el nuevo estudio.
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención deEnfermedades de Estados Unidos, cerca del 9 por ciento de losniños estadounidenses tienen asma.
FUENTE: Pediatrics, online 19 de marzo del 2012
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