Este artículo se publicó hace 15 años.
Estrassburgo condena a Londres por detenciones ilegales
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos halló el jueves culpable a Reino Unido de retener ilegalmente a nuevo hombres bajo una ley antiterrorista aprobada después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
seis argelinos, un jordano, un tunecino y un hombre registrado como apátrida pero de origen palestino - son sospechosos de tener vínculos con Al Qaeda y están retenidos en prisiones de alta seguridad.
Uno de los hombres, el predicador jordano Abu Qatada, está a punto de ser deportado por Reino Unido poco después de que la más alta instancia judicial del país, la Cámara de los Lores, fallase el miércoles su devolución a Jordania, a pesar de la posibilidad de que pueda sufrir tortura allí.
El tribunal falló en contra de otros dos demandantes, un francés y un marroquí, ya que estuvieron detenidos por un periodo más breve y liberados después de haber pedido la repatriación a sus países de origen.
Los 11 hombres dijeron que fueron encarcelados arbitrariamente y sin cargos, y que sufrieron un trato degradante e inhumano.
El Gobierno británico negó las acusaciones y dijo que los 11 tenían vínculos con grupos islamistas. No estaba claro por el momento si Londres va a apelar la resolución.
Dentro de su decisión, el tribunal concedió a Abu Qatada, que llegó a ser calificado como la "mano derecha" de Osama bin Laden en Europa, una compensación de 2.800 euros por el trato recibido, lo que enfureció a los políticos británicos.
"Esta decisión horrorizará a las personas más razonables en Reino Unido", dijo Chris Grayling, el jefe portavoz de asuntos internos del opositor Partido Conservador.
"Francamente, es una burla del concepto de derechos humanos si no podemos protegernos de personas que quieren destruir nuestra sociedad".
Si bien el tribunal dictaminó que la retención de estos hombres era ilegal, no encontró a Reino Unido culpable de someterlos a tratos inhumanos y degradantes.
Todos fueron detenidos entre diciembre de 2001 y octubre de 2003 e inicialmente se les encarceló en la prisión Belmarsh en Londres. Más tarde, tres de ellos fueron trasladados al Hospital de Salud Mental de Broadmoor tras un deterioro de su salud mental, con un intento de suicidio.
Por entonces, el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa criticó las condiciones en las que estaban, diciendo que la naturaleza indefinida de su detención había exacerbado su delicada salud mental.
La ley antiterrorista de 2001 permitió a Reino Unido detener a extranjeros sin juzgarles en el caso de sospechosos de vínculos terroristas aunque las pruebas para procesarlos fueron insuficientes.
El alto tribunal británico, la Cámara de los Lores, sentenció en diciembre de 2004 que las detenciones eran discriminatorias y desproporcionadas.
Los ocho sospechosos aún en la prisión de Broadmoor fueron liberados cuando la ley fue derogada en marzo de 2005, pero volvieron a ser detenidos en custodia de inmigración.
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