El fin de semana se presenta duro para los miles de moteros que han optado por la tienda de campaña para pasar el fin de semana en Jerez. Un fuerte viento de levante azotaba ayer lo alrededores del circuito gaditano. Es una aire pesado, que agota, que arrastra mucha arena. A primera hora de la mañana ya había algunas a medio montar en una de las zonas de acampada improvisadas por la organización de la carrera. 'No nos queremos perder nada. Hemos llegado a las ocho de la mañana. Llevamos muchos años sin faltar, aunque antes el presupuesto nos daba para un hotelito o un hostal', cuenta una aficionado de Cartagena mientras adecenta el que será su hogar durante el fin de semana.

Para todos aquellos que andan cortos de cartera, el entorno más próximo al circuito es como una gran albergue dormitorio en el que se puede encontrar de todo. Como en el chiringuito el Pescaero, un local de fama ya entre los fieles a la cita jerezana. Además de los servicios habituales para los sedientos y hambrientos, el local ofrece ducha caliente para aquellos que necesiten aseo.

Este establecimiento está situado en la barriada de Torremelgarejo, donde viven unos 327 habitantes, situada a unos pocos metros del circuito. Este lugar era hasta hace unos años un centro de reunión de miles de moteros hasta que la organización decidió que la carretera que la recorre se convirtiera en una de las salidas de emergencia en caso de evacuación. Ahora sólo los que llevan el pase correspondiente pueden llegar hasta allí. A este núcleo rural le han birlado sus gallina de los huevos de oro. La seguridad manda.