Este artículo se publicó hace 14 años.
Estados Unidos limitará las condiciones para usar sus armas atómicas
La nueva estrategia nuclear que dará a conocer hoy el Gobierno de Estados Unidos incluirá una mayor limitación de las condiciones que considerará aceptables para el uso de sus armas atómicas, según lo han apuntado varios altos funcionarios de la Administración.
Incluso, en una entrevista que publica el diario The New York Times, el propio presidente de EE.UU., Barack Obama, matiza que esa limitación incluirá excepciones para países como Irán o Corea del Norte, que reniegan del Tratado de No Proliferación.
"Vamos a asegurarnos de que podamos avanzar hacia un menor énfasis en las armas nucleares... y asegurarnos de que nuestra capacidad de armamentos convencionales sea un poder de disuasión efectivo en todos los casos, excepto los más extremos", indicó Obama.
La lucha contra la no proliferación es una de las piedras angulares de la política exterior de Obama, quien hace un año planteó en Praga una propuesta para lograr un futuro sin armas nucleares y quien se dispone a firmar el jueves, también en Praga, un nuevo acuerdo de reducción de armas nucleares con Rusia.
Según un alto funcionario del Gobierno de EE.UU., que habló bajo la condición del anonimato, la nueva estrategia "se centra en impedir el terrorismo y la proliferación nuclear y reduce el papel de las armas nucleares en nuestra estrategia de seguridad nacional, mientras mantiene un mecanismo disuasorio seguro y efectivo".
Entre otras cosas, la estrategia, que difundirá hoy el Pentágono, precisará que el uso "fundamental" de estas armas por parte de Estados Unidos será para garantizar su defensa.
Es menos de lo que esperaban los sectores más progresistas, que querían una renuncia explícita a ser los primeros en usar las armas nucleares en caso de conflicto.
Pero también por primera vez, EE.UU. se compromete a no usar armas nucleares contra Estados que no posean ese armamento y que cumplan el Tratado de No Proliferación.
La estrategia se contiene en el informe conocido como Revisión de la Posición Nuclear ("Nuclear Posture Review" o NPR por su sigla en inglés), que se emite con cada nuevo mandato presidencial, por orden del Congreso estadounidense. El último que se había emitido data de 2002, durante el mandato de George W. Bush.
La NPR de Obama se esperaba inicialmente para diciembre, pero su publicación se aplazó en varias ocasiones por aparentes diferencias en el seno de la Administración sobre su contenido.
El informe abre una auténtica "semana atómica" para el presidente estadounidense.
Se dará a conocer un día antes de que Obama parta hacia Praga para firmar en la capital checa con el mandatario ruso, Dmitri Medvédev, un nuevo tratado de reducción de armamento atómico que sustituirá al START de 1991 que expiró el pasado diciembre.
Además, el presidente estadounidense será el anfitrión la próxima semana en Washington de una cumbre sobre seguridad nuclear a la que están invitados los jefes de Estado o de Gobierno de 44 países.
Estados Unidos asegura que cuenta con un arsenal de 2.200 cabezas nucleares, mientras que se calcula que Rusia mantiene en torno a las 3.000.
En su entrevista con The New York Times, Obama aseguró que buscará en la cumbre de Washington lograr compromisos tangibles para evitar que materiales radiactivos puedan caer en manos de grupos terroristas o de Estados hostiles.
"Nuestra expectativa no es una declaración vaga y blanda de que no queremos ver materiales nucleares desperdigados... Anticipamos un comunicado que deje muy claro cómo vamos a lograr dejar bajo llave todos los materiales nucleares en los próximos cuatro años", declaró el presidente estadounidense.
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