Este artículo se publicó hace 14 años.
La espiral del Guggenheim de Nueva York aúna música y moda flamenca
La espiral del museo Guggenheim de Nueva York se convirtió hoy en una especial pasarela que aunó música, flamenco y danza española con la moda y el diseño en el espectáculo titulado "Dressed to dance (Vestidos para bailar)".
Espectaculares diseños históricos salidos de la imaginación de pintores icónicos del arte español como Pablo Picasso (1881-1973) y Salvador Dalí (1904-1989), formaron parte de los más de 60 trajes que lucieron y bailaron las artistas María Pagés y Rocío Molina, y sus respectivas compañías.
La conocida espiral del emblemático museo neoyorquino, obra del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, se convirtió está noche en pasarela y escenario para mostrar un desfile coreografiado con más de sesenta creaciones históricas y otras diseñadas por algunos de los diseñadores españoles más conocidos.
Pagés, vestida con una espectacular bata de cola en terciopelo rojo y negro, bailó y emocionó a los varios de centenares de neoyorquinos que asistieron al espectáculo, en el que también participaron otras bailaoras como Belén López, Rocío Molina, Manuel Liñán o el propio coreógrafo, Carlos Chamorro.
A medio camino de espectáculo flamenco, de danza española y desfile de moda y bajo la dirección de Margaret Jova, se vieron diseños históricos de Picasso, realizados por el malagueño en 1919, de Dalí (1949), Víctor María Cortezo o los vistosos trajes cortos que el artista Miguel de Molina creó para él mismo entre 1945 y 1960.
Entre ellos "El traje del molinero", que Picasso diseño en 1919 para la coreografía de "El sombrero de tres picos", con música de Manuel de Falla y que se estrenó en el teatro Alhambra de Londres, los trajes de majas o los de inspiración aragonesa con pañoleta, pañuelo de lazo y delantal doble a rayas o el espectacular traje de torero goyesco inspirado en el siglo XVIII y con capa a listas naranjas y rojas en espiral.
De Dalí, se lucieron una versión del hábito de Doña Inés, creado en 1949-1950 para la obra "Don Juan Tenorio" que se representó entonces en el teatro María Guerrero, mientras que hubo otros trajes masculinos y femeninos inspirados en los personajes Federico García Lorca en "Bodas de sangre".
A ellos se sumaron los diseños de los españoles Lorenzo Caprile, Modesto Lomba, Miguel Adrover, de los especialistas de este tipo de trajes como Selene Muñoz, Néstor o Lusillo, o la bata de cola negra que Giorgio Armani creó en 2002 para Joaquín Cortés.
Este espectáculo, patrocinado por la Comunidad Autónoma de Madrid como parte de su programa "Made in MADrid" y el apoyo de los ministerios de Asuntos Exteriores y Cultura, ha sido la antesala de la décima edición del Festival Flamenco de Nueva York.
Los trajes han sido cedidos, además de por el Ballet Nacional de España, por la Fundación Antonio Gades, la Compañía Andaluza de Danza, el Museo Mariemma, el Nuevo Ballet Español y la Fundación Miguel de Molina.
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