Este artículo se publicó hace 14 años.
España, forzada a pagar más para afrontar vencimientos de deuda
Por Manuel María Ruíz
En medio de un panorama financiero convulso en el que el cumplimiento de los compromisos de pago de la deuda soberana es el principal factor de preocupación en los mercados, el Tesoro español afronta los próximos vencimientos resignado a tener que pagar más para poder colocar su papel, dijeron analistas y operadores.
España debe afrontar un vencimiento particularmente grueso en julio por un volumen de 24.000 millones de euros, que incluye letras y bonos, entre estos últimos una emisión a cinco años con cupón del 3,25 por ciento por un volumen de 16.200 millones.
"El Tesoro (español) tiene suficientes herramientas para hacer frente a sus vencimientos", dijo Juan Antonio Cabrera, economista del servicio de estudios de Caja Madrid.
Los mercados desconfían del creciente endeudamiento de los países que, golpeados por la crisis económica, deben afrontar el enorme gasto derivado de sus compromisos sociales a la vez que satisfacer el pago de sus obligaciones financieras.
La ampliación de las primas de riesgo y la subida de las rentabilidades de la deuda de los países periféricos de la zona del euro ha encarecido la financiación de países que, como España, ven cómo el diferencial de su deuda de referencia sube a nuevos máximos diarios desde el lanzamiento del euro en 1999.
A las 16:23 horas, el spread entre el bonos español a 10 años y su par alemán de referencia cotizaba en los 213 puntos básicos, un nuevo máximo de los últimos 11 años. Pese a ello, operadores dijeron que la tesorería española afrontará sus próximos pagos por deuda sin dificultades insalvables.
Analistas dijeron que el instrumento principal con el que cuenta la tesorería estatal para afrontar sus pagos son las emisiones regulares de deuda pública, en las que suele aprovechar para hacer caja mediante una financiación neta positiva, una vez descontado el pago de los vencimientos.
Cálculos de operadores estiman que desde principios de año hasta mayo, el Tesoro contaba con una financiación neta de unos 1.300 millones de euros, descontada la cobertura de un déficit del Estado hasta abril de casi 6.000 millones de euros.
En cualquier caso, ante eventuales dificultades, los analistas recordaron que, como otros estados, España puede recurrir eventualmente a su cuenta en el Banco de España para cubrir picos de financiación.
Pese a que el saldo de la cuenta de la tesorería estatal no es público, fuentes financieras dijeron que esta cuenta puede afrontar holgadamente las obligaciones de pago en los meses de mayor concentración de los vencimientos.
"No es nada nuevo que el Tesoro deba afrontar pagos de deuda especialmente fuertes en los meses de junio y julio porque es cuando suele concentrar las emisiones con mayores volúmenes para dotarlas de liquidez y afrontar la devolución de algunos impuestos, como del IRPF y del IVA", agregó Cabrera.
En la parte opuesta, el Tesoro rentabiliza con tipos de interés su liquidez en operaciones de repos a un día y genera ingresos con el cobro de impuestos.
UN TEST SEMANAL
En este clima de fuertes tensiones financieras, el Tesoro español ha de afrontar todas las semanas el examen público que supone el resultado de sus subastas regulares de deuda que, en los últimos meses han mostrado el encarecimiento de la financiación por el aumento de la prima exigida por los inversores.
Para el próximo jueves, la tesorería estatal tiene convocada una nueva subasta de Bonos a tres años con cupón del 2,5 por ciento y un objetivo de colocación de entre 3.000 y 4.000 millones de euros.
"No creo que (el Tesoro) tenga mayor problema para colocar este volumen, aunque quizá tenga que pagar un poco más", dijo Nicolás López, director de análisis y mercados de M&G valores.
A la vista de la escasa participación de los inversores no residentes en el momento actual, analistas dijeron que serán los bancos nacionales los que acudirán con mayor intensidad a esta nueva emisión de bonos, para adquirir un papel que después utilizarán como colateral en las operaciones de inyección de liquidez del Banco Central Europeo.
Dada la gradual escalada de rentabilidades de los plazos de la deuda en el mercado secundario por el generalizado ambiente de incertidumbre, el Tesoro se verá forzado a primar las rentabilidades de la subasta por encima de los niveles de precios de hace unos pocos meses.
En la subasta a tres años resuelta el pasado 4 de abril, con cupón del 2,30 por ciento, se fijó un tipo marginal del 2,030 por ciento comparado con una rentabilidad del 2,050 por ciento de hace poco más de un año.
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