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Un eritreo que iba a ser deportado se confiesa culpable del crimen de Ikea

La policía ha rechazado por el momento tanto la motivación política en el crimen como una conexión previa entre el sospechoso y los dos fallecidos. 

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Un coche de la policía en frente de una tienda de Ikea en Västerås, Suecia./ REUTERS

BERLIN- Un ciudadano eritreo que iba a ser deportado se declaró este jueves culpable de la muerte a puñaladas de una madre y su hijo en una tienda de Ikea en Västeras, en el sur de Suecia, ocurrido el martes. Según informaron medios locales, el hombre, un ciudadano eritreo de 36 años que había solicitado el permiso de residencia en Suecia, reconoció haber atacado a los dos fallecidos, una mujer de 55 años y su hijo de 28, y haberse agredido a sí mismo justo después.

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La información se dio a conocer poco después de que el hospital de Västeras informase de que el sospechoso había recuperado la consciencia y permanece "grave", después de ser encontrado herido por arma blanca en el lugar del crimen.

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