Por Tan Ee Lyn
No se necesita mirar mucho más alládel río que pasa por Shangba para comprender el alcance de lacontaminación de metales pesados que los expertos dicen que haconvertido a los poblados de esta región del sur de China en"aldeas del cáncer".
El color de las aguas varía de un blanco turbio a un tonobrillante de naranja y las aguas son tan viscosas que apenas semueven con la brisa. En Shangba, el río trae muerte, nosustento.
"Todos los peces murieron, incluso los pollos y los patosque bebían del río murieron. Si metes la pierna en el agua, tesaldrá sarpullido y sentirás un terrible comezón", dijo HeShuncai, un cultivador de arroz de 34 años que ha vivido enShangba toda su vida.
"El año pasado seis personas en nuestra aldea murieron decáncer y ellas tenían entre 30 y 50 años", dijo Shuncai.
El cáncer extiende una sombra de muerte en las aldeas deesta región de China, al sur de la provincia de Guangdong,enclavada entre tierras de cultivo contaminadas por los metalespesados usados para fabricar baterías, partes de computadoras yotros aparatos electrónicos.
Se estima que cada año mueren en China 460.000 personas deforma prematura debido a la exposición a la contaminación en elaire y el agua, según un estudio del Banco Mundial de 2007.
Las dos nietas de Yun Yaoshun murieron a los 12 y 18 años,de cáncer de riñón y estómago, pese a que estos tipos de cáncerrara vez afectan a niños. La Organización Mundial de la Saludha sugerido que el elevado índice de tales cánceres digestivosse debe a la ingesta de agua contaminada.
"Es por Daboshan y el agua sucia", dijo la abuela de 82años. "Las niñas estaban jugando siempre en el río, incluso elagua de nuestro pozo está contaminada," le dijo Yun a Reutersdurante una visita a la aldea.
El río donde jugaban las niñas se extiende desde el fondode la mina Daboshan, propiedad de la firma estatal GuangdongDabaoshan Mining Co Ltd, hasta más allá de la destartalada casafamiliar. Sus aguas están contaminadas con cadmio, plomo,indio, zinc y otros metales.
Los aldeanos usan el agua de pozo en Shangba para beber,pero unos ensayos publicado por BioMed Central en juliomuestran que contiene cantidades excesivas de cadmio, un metalpesado que es un carcinógeno conocido, además de zinc que engrandes cantidades puede dañar el hígado y provocar cáncer.
"China tiene muchas 'aldeas del cáncer' y es muy probableque estos crecientes números de casos se deban a lacontaminación del agua", dijo Edward Chan, quien trabaja conGreenpeace en el sur de China.
Pero no es sólo el agua, los metales pesados carcinógenostambién están ingresando en la cadena alimenticia.
Junto a los arrozales de toda la región hay montículos dedesechos de la extracción de mineral.
"Si pruebas este arroz, será tóxico pero lo comemos detodos modos, ya que si no moriríamos de hambre", dijo elgranjero He mientras colocaba arroz recién molido en una bolsa."Sí, también lo venderemos", agregó.
SIN ATENCION MEDICA
Pocas familias que viven en las aldeas río abajo desde lamina Daboshan no han sido afectados por el cáncer.
Los cánceres más comunes son los de estómago, hígado, riñóny colon, que representan el 85 por ciento de los casos. Losíndices de incidencia del cáncer en estas aldeas no estándisponibles, pero los grupos de derechos dicen que son muchomayores que el promedio nacional.
"En el sur de China, donde las comunidades dependen en granmedida de lagos para el agua potable, los índices de cáncer enel sistema digestivo son muy elevados", dice el informe 'Saluddel Medio Ambiente y el Pueblo en China', publicado por laOrganización Mundial de la Salud y el Programa de Desarrollo deNaciones Unidas en 2001.
A lo largo de China, hay cientos y tal vez miles depequeñas aldeas que están sufriendo las consecuencias de larápida expansión económica del país, comunidades con índices ytipos de cáncer que los expertos dicen que solo pueden debersea la contaminación.
Este puede ser el destino de cada vez más habitantes deChina a medida que las minas y fábricas despiden decenas demillones de toneladas de contaminación cada año, dentro delsistema hídrico y en el aire, para producir los frutos delcrecimiento económico de China.
La tasa de mortandad por cáncer aumentó 19 por ciento enlas ciudades y 23 por ciento en zonas rurales en 2006 comparadocon el año previo, según medios chinos oficiales, aunque no sedifundieron cifras exactas.
La carga para la salud tiene un precio económico. El costodel tratamiento del cáncer ha alcanzado los 100.000 millones deyuan al año (14.600 millones de dólares), lo que representa el20 por ciento del gasto médico de China, dice la prensa local.
SIN COMPENSACION
La falta de un sistema nacional de salud hace que lamayoría de las víctimas debe pagar las cuentas médicas.
La atención médica se llevó el 50 por ciento de losingresos familiares en China en 2006 debido a la inadecuadacobertura médica, según un estudio publicado en octubre del añopasado.
China carece de un sistema de atención médica global y másdel 80 por ciento de los trabajadores rurales no tienencobertura, aunque existen planes de reformas radicales para quela mayoría de la población disponga de cobertura médica básicapara el 2011.
Mientras tanto, los residentes de las denominadas "aldeasdel cáncer" luchan para financiar su atención médica,contrayendo a menudo deudas para pagar las agobiantes cuentasfarmacéuticas y médicas.
"Un funcionario vino a darme nuestra compensación, 20 yuan(2,93 dólares)", dijo Liang Xiti, cuyo esposo murió de cáncerde estómago a los 46 años. Sus medicinas le costaban a lafamilia 800 yuan al mes, señaló la mujer.
Zhang Jingjing, un abogado ayuda a los aldeanos, dijo quela mina local ha prometido distribuir unos miles de yuan cadaaño a los habitantes de la zona.
Aunque los fondos apenas cubrirán los gastos médicos, Zhangdice que es un primer paso alentador.
"Esto significa que la mina admite que está contaminando elambiente. Si no hiciera nada mal, no nos daría este dinero",agregó Zhang.
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