Este artículo se publicó hace 17 años.
Eliminar el estigma es uno de los retos para luchar contra el sida
Eliminar el estigma y la discriminación asociados todavía al sida y ampliar al máximo el acceso a la prevención y los tratamientos son pasos clave para luchar contra este mal, subraya la ONU con ocasión mañana del Día Mundial del Sida.
"Todavía hay un grave déficit de recursos contra el sida, y el estigma y la discriminación en torno al VIH (el virus causante de la enfermedad) siguen siendo importantes", afirmó el director ejecutivo de ONUSIDA, Peter Piot, en su mensaje con motivo de esta celebración.
Como consecuencia de estos factores "las dos terceras partes de las personas que requieren tratamiento antirretrovírico no pueden acceder a él, y menos de una de cada diez con riesgo de infección por el VIH tiene los medios para protegerse", agregó.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también insistió hoy en que "uno de los principales desafíos es superar la estigmatización" pues ésta "sigue siendo el principal obstáculo al que se enfrentan las iniciativas públicas" y "es una de las razones por las que la epidemia sigue haciendo estragos en todo el mundo".
"Aplaudo a los valientes que viven abiertamente con el VIH, que abogan sin descanso por los derechos de los seropositivos y que instruyen a otros respecto del sida", indicó Ban.
Según los datos del último informe del Programa Común de Naciones Unidas sobre el VIH-Sida (ONUSIDA), difundido la semana pasada, dos millones y medio más de personas contrajeron el virus en 2007, lo que elevó el número de infectados en el mundo a 33,2 millones.
Pero la cifra, que revela un descenso de seis millones de infectados respecto a lo anunciado el año anterior, no significa que la enfermedad remita, sino que se debe a que se ha revisado la forma en que las autoridades sanitarias hacían los cálculos, aclara el informe.
Algunos expertos, como Stephen Lewis, codirector de la organización AIDS-Free World (Un mundo libre de sida), aseguran que "las nuevas cifras están mucho más cercanas a la realidad de la pandemia, e incluso me inclino a pensar que son todavía demasiado altas y que será necesaria otra revisión a la baja".
La razón de las sobreestimaciones de los últimos años sería que para obtener las cifras generales éstas se extrapolaban de los contagios detectados fundamentalmente en grupos de riesgo, como prostitutas o usuarios de drogas por vía parenteral.
A pesar de esa disminución en el número de infectados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que no se debe bajar la guardia porque "hay evidencias, en Estados Unidos y Europa, de que si baja la atención, la epidemia vuelve a expandirse con fuerza otra vez".
Para el director de ONUSIDA, "la epidemia alcanzó proporciones mundiales porque se tardó demasiado tiempo en actuar" y por ello consideró básico que los Estados miembros mantengan su compromiso, lanzado el pasado año, de trabajar para que se amplíe progresivamente el acceso universal a la prevención, el tratamiento y el apoyo respecto al sida.
"Más de 2,5 millones de personas en los países en desarrollo reciben actualmente fármacos antirretrovirales que prolongan su vida", señaló Piot.
Por su parte, el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, un organismo público y privado que financia iniciativas contra estas tres enfermedades, anunció hoy que más de 1,4 millones de personas seropositivas reciben tratamiento con antirretrovirales gracias a sus programas.
La cifra supone un incremento del 88 por ciento respecto a las 770.000 personas que recibían tratamiento a finales de 2006 gracias a las inversiones del Fondo Mundial.
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