Este artículo se publicó hace 16 años.
Echauz recupera sus obras de simbología represiva para una retrospectiva
Los cuadros de simbología represiva pintados por Francisco Echauz a finales de los años sesenta y en la década del setenta, que no se exponían desde entonces, han sido recuperados para una retrospectiva que se inaugura hoy en el Convento del Carmen, una de las dos salas del Museo Salvador Victoria, de la localidad turolense de Rubielos de Mora.
El poeta Antonio Gamoneda, en un texto que recoge el catálogo de la exposición, señala, refiriéndose al pintor que "de un optimismo formal (pureza de color, equilibrio compositivo) y un pesimismo crítico, la síntesis no puede ser otra que la siguiente: la belleza participa del sufrimiento; y, también: la belleza plástica es una dimensión de la representación pictórica del sufrimiento".
Echauz (Madrid 1927), pintor figurativo y metafísico de la Generación de la Vanguardia de los años cincuenta, ha viajado a Rubielos con su esposa Paola y la viuda del pintor Salvador Victoria, Marie Claire Decay, para asistir a la inauguración de la exposición, integrada por casi cuarenta obras, óleos y acrílicos sobre lienzo y tabla, fechadas las primeras en 1968 y muchas de las cuales no se exponían desde los años setenta.
Gran amigo y compañero de Salvador Victoria, la exposición "es un merecido reconocimiento a la creación y a la amistad", dice en el catálogo Jesús Cámara, comisario de la muestra y director del Museo Rubielos.
La exposición comienza en los años 70, con las obras de una simbología muy acorde con la época, la dictadura franquista: tuercas, tornillos, cremalleras, escaleras mecánicas, fardos, bultos de enigmática naturaleza, símbolos evidentes de presión, ha explicado a EFE Jesús Cámara.
"La figura humana -ha añadido- aparece fragmentada, atosigada por cremalleras, distorsionada, al estilo de Bacon, o empaquetada, envuelta, cuando no velada o desdibujada, logrando cotas de gran intensidad, de marcado expresionismo, para convertirse en carne anónima, angustiada y torturada, símbolo de la opresión del género humano".
Los obras creadas a partir de los años 80 son representativas de una figuración más libre, de influencia cubista, simulando a veces collage, con temas más armónicos, paisajes, pájaros, noches estrelladas, vinculados algunos a su estancia en su casa del pueblo de Horche (Guadalajara), con un jardín diseñado por el arquitecto paisajista Leandro Silva.
Echauz, para el poeta José Hierro "se descubre a sí mismo y descubre el rostro de nuestra época, uno de los mil rostros de una hora multiforme. Creo -señala en un texto suyo publicado en el catálogo- que su mejor hallazgo estriba en haber dominado su virtuosismo hasta hacerlo casi invisible".
Coincidiendo con esta exposición, el Museo Salvador Victoria, ha anunciado la elaboración del catálogo de la obra gráfica de Francisco Echauz, que en el mes de noviembre expondrá también en Madrid, en la galería BAT.
Francisco Echauz, Profesor Emérito de la Facultad de Bellas Artes de Madrid, de la que fue Decano, tiene numerosos premios, entre ellos el Nacional de Pintura y el de Grabado y el Gran Premio de la VIII Bienal de Alejandría.
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