Este artículo se publicó hace 12 años.
"Lo más duro fue cuando se quemaron los generadores"
Los pasajeros del 'Costa Allegra' ya están en tierra firme después de tres días a la deriva.
El buque 'Costa Allegra' con más de 1.000 personas a bordo ha llegado este jueves a la capital de las Seychelles. Después de pasar tres días en el mar sin electricidad y a la deriva, los pasajeros han relatado a su llegada el miedo que han pasado. "Los más duro fue cuando se quemaron los generadores", ha relatado una española a su llegada a tierra.
Un atunero francés remolcó el Costa Allegra hacia el puerto de Victoria, donde ambulancias, un equipo médico de la Cruz Roja y una flota de pequeños autobuses esperaban la llegada del crucero. El barco sufrió el lunes un incendio en la sala de máquinas que inutilizó el principal suministro de energía de la nave, desactivando los motores en aguas merodeadas por piratas.
El Costa Allegra es propiedad de la misma compañía del Costa Concordia, que encalló contra unas rocas en la costa italiana el mes pasado dejando más de 20 muertos.
Un equipo de Costa Cruceros, filial del gigante estadounidenses de cruceros Carnival , subió el miércoles al Costa Allegra para realizar los preparativos de alojamientos hoteleros y vuelos de los 636 pasajeros y 413 miembros de la tripulación una vez que llegaran a tierra.
Se han reservado más de 600 billetes de avión y 400 habitaciones, dijo la compañía de cruceros. Costa Cruceros dijo que 376 pasajeros de los 627 habían aceptado su oferta de continuar sus vacaciones en las Seychelles, donde el viernes comienza un carnaval, a gastos pagados por la firma. Los otros pasajeros volverán a sus casas.
Con el crucero aún a unos pocos kilómetros del puerto, el equipaje de los pasajeros ya se había cargado en otros barcos, llevado a tierra y subido a autobuses que esperaban a llevar a los turistas a sus hoteles.
Los pasajeros, entre los que hay cuatro niños, son de 25 países diferentes, de los que 127 son franceses y 126 italianos. También hay 38 alemanes, 31 británicos, 13 canadienses y ocho estadounidenses a bordo.
Una de las pasajeras españolas afectadas por el incidente del 'Costa Allegra' ha reconocido haber pasado "un susto grande" cuando tomó conciencia de que el buque en que viajaba se encontraba a la deriva, aunque ha señalado que "lo más duro fue cuando se quemaron los generadores".
En declaraciones a Radio Nacional, la viajera reconoció, no obstante, la "buena" labor de la compañía y la tripulación. "Lo han hecho bien, porque más no podían (hacer)", ha dicho.
La nave en la que viajaba esta ciudadana española partió el pasado sábado de Diego Suárez y se dirigía al puerto de Victoria (Mahé, Seychelles), donde tenía previsto llegar este martes, pero un incendio en la sala de generadores eléctricos ubicada en la popa, dejó al barco a la deriva en el Indico.
Costa Cruceros, como medida de precaución, decidió entonces desalojar a los pasajeros en el destino que ofreciera su mayor seguridad. Aunque en un principio la compañía decidió desembarcar en la isla Desroches, finalmente consideró "más seguro" realizar el desalojo en el que era su destino inicial, Mahè.
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