Este artículo se publicó hace 13 años.
La duquesa de Alba se casará "en la mas estricta intimidad"
No asistirá ninguna amiga de la duquesa "por falta de espacio y para que no puedan sentirse ofendidas"
La duquesa de Alba contraerá matrimonio a primeros del próximo mes de octubre con Alfonso Díez en una ceremonia que se celebrará en "la más estricta intimidad", según ha informado en un comunicado la propia Cayetana de Alba.
A la boda sólo asistirán sus seis hijos (Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia) con sus respectivas parejas, sus anteriores nueras y el torero Francisco Rivera, ex marido de su hija menor, al que en el comunicado se refiere como "su yerno".
La duquesa ha indicado que, por expreso deseo de su futuro marido, los padrinos de su tercera boda serán su hijo mayor, el duque de Huéscar Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, y Carmen Tello, íntima amiga de la duquesa y esposa del matador de toros Curro Romero.
Los padrinos serán su hijo mayor y Carmen TelloA la ceremonia, de cuyo lugar de celebración no informa el comunicado, no asistirá ninguna amiga de la duquesa "por falta de espacio y para que no puedan sentirse ofendidas". Sí estará sin embargo en la reducida lista de invitados el neurocirujano Francisco Trujillo, que la operó en 2009 para implantarle una válvula por sus problemas de hidrocefalia.
Tampoco se permitirá el acceso a los periodistas, aunque, según explica la duquesa, habrá un único fotógrafo que se encargará de difundir las imágenes a todos los medios de comunicación. La nota concluye con un llamamiento a que "cesen las especulaciones falsas" sobre su vida y se respete su tranquilidad.
La duquesa, considerada una de las personas con más títulos nobiliarios del mundo, se casa después de que a finales de 2008 confirmara su relación sentimental con el que a partir de octubre será su marido, Alfonso Díez Carabantes. A finales de julio, la duquesa escrituró el testamento por el que todos sus hijos heredarán su patrimonio, impidiendo así que continuasen los rumores sobre el recelo de sus vástagos ante los posibles efectos de la boda.
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