El uso de drogas para cometer violaciones aumentó en 2008
Al menos 54 víctimas denunciaron que fueron intoxicadas antes de sufrir el abuso
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La preocupación por el aumento en el número de violaciones vinculadas al consumo involuntario de sustancias tóxicas ya tiene sus primeras cifras. De las 170 mujeres violadas el año pasado que fueron atendidas en el Hospital Clínic de Barcelona (centro de referencia en violencia de género de Catalunya), el 18% (30) aseguró que alguien le había administrado alguna sustancia que alteró su estado consciente y su memoria.
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A las 30 mujeres contabilizadas en Barcelona hay que sumar al menos 24 más, que fueron atendidas por la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas (CAVAS) en sus centros de toda España. Policía y Guardia Civil no contabilizan este tipo de casos.
El Hospital Clínic de Barcelona atiende uno de estos casos cada 15 días
La cifra de 54 víctimas, en cualquier caso, es superior a la de años anteriores, según asegura Santiago Nogué, jefe de la Sección de Toxicología del Hospital Clínic uno de los pocos en España que realiza análisis a las agredidas para detectar, entre otras cosas, este tipo de sustancias. Nogué explica que hasta el año pasado estos casos eran tan aislados que ni siquiera se contabilizaban. "Ahora, atendemos uno cada 15 días", asegura.
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La presidenta de CAVAS, Tina Alarcón, sostiene también que el número de mujeres que asegura haber sido violada bajo los efectos de alguna droga que le hizo olvidar quién y cómo se aprovechó de ella crece en toda España. Alarcón explica por qué la cifra de abusos es mucho mayor de lo que se cree: "Sólo en Madrid, en 2008 atendimos a 15 mujeres que no denunciaron por miedo. Y muchas, ni llegan a nosotros", explica.
El mayor problema de este tipo de violaciones es que no hay forma de demostrarlas. Los efectos de las sustancias inoloras e incoloras, que se suelen mezclar con la bebida desaparecen de la orina y la sangre en unas seis horas. Por eso muchos análisis dan negativo. Sólo la mitad de las pruebas realizadas en el Clínic a las mujeres que denunciaron haber sido drogadas dieron positivo.
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En la mayoría de casos, ni siquiera se hacen análisis. El Hospital Clínic es uno de los pocos que los realizan. "Hemos elaborado métodos específicos para detectar estas sustancias", explica Nogué.
La mayoría de las drogas empleadas son fármacos que se adquieren con receta, aunque es muy sencillo obtenerlos, en sólo unas horas, en el mercado negro de Internet. Es sencillo encontrar un vendedor en decenas de foros. Los fármacos más utilizados son el Valium, el Occidal, el Tranquimazín y el Rophinol, explica Nogué. También se ha empezado a detectar el uso de la Burundanga, una hierba con efectos tranquilizantes cuya infusión, transparente y sin sabor, se añade a la bebida de la víctima.
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A la dificultad de detectar la droga hay que sumar que estas mujeres violadas, la mayoría jóvenes, no siempre autorizan que les hagan un análisis de drogas, "por ocultar algo a sus padres", explica el presidente de la Sociedad de Medicina de Urgencias, José Luis Casado. Según este experto, cada vez acuden a las Urgencias hospitalarias más chicas que no recuerdan cómo fueron violadas.
La presidenta de CAVAS subraya la indefensión que esto provoca en las víctimas: "No siempre se obtienen muestras biológicas del agresor en el cuerpo de su víctima y en un juicio la denuncia es la única prueba. En aquellos casos en que la mujer no recuerda nada, es prácticamente imposible demostrar que hubo una violación ".
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