El director de la BBC llama al consejo por el escándalo

Por Michael Holden

El director general de la BBC, Mark Thompson, se reunirá con los directivos de la cadena británica el jueves para discutir la polémica generada por un programa de la emisora donde dos presentadores insultaron a un conocido actor británico, según dijo la empresa.

La estrella de la radio y de la televisión Russell Brand resignó a su programa en radio 2 de la BBC a medida que el escándalo aumentaba el miércoles. Su compañero, Jonathan Ross, ha sido suspendido del programa de televisión en el cual trabaja mientras que lleva a cabo una investigación.

El dúo había bromeado sobre que Brand se habría acostado con la nieta del actor de 78 años, Andrew Sachs, famoso por su interpretación de un camarero español llamado Manuel en la comedia "Fawlty Towers". Los presentadores además dijeron que el actor podría suicidarse cuando escuchara el mensaje que dejaron en su contestador y que emitieron al aire.

"Me dejé llevar por el momento y olvidé que detrás de los comentarios groseros y de las canciones tontas estaban los sentimientos de un querido cómico y una tierna chica con un gran corazón", dijo Brand, de 33 años, en un comunicado.

Ross, también emitió una disculpa pública por su participación en el asunto, que fue bautizado por la prensa como el "Manuelgate".

"Siento mucho y realmente lamento la molestia que he causado y la aflicción que mis comentarios infantiles y desconsiderados en el programa de Russell Brand show han provocado", dijo Ross en un comunicado.

"Fue un estúpido error de cálculo de mi parte y ofrezco mis disculpas", expresó.

La BBC informó que Thompson sostendría una reunión de emergencia con los miembros del fondo de la BBC, el organismo independiente que supervisa la cadena y tiene el mandato de trabajar por los intereses de las personas que pagan las licencias que mantienen a la emisora.

Más de 27.000 personas ya se han quejado a la BBC sobre los mensajes ofensivos dejados en el contestador de Sachs, que Thompson describió como un "gran falta de gusto" y una emisión "totalmente inaceptable".