Este artículo se publicó hace 16 años.
Dieciocho palestinos y un ecuatoriano mueren en una sangrienta jornada en Gaza
Dieciocho palestinos murieron hoy en una incursión israelí en Gaza, en la jornada más sangrienta en este territorio en más de un año, en la que también perdió la vida un voluntario ecuatoriano al ser alcanzado por un francotirador palestino.
La operación militar israelí, en la que participaron vehículos blindados, que duró doce horas y es la mas mortífera desde noviembre de 2006, causó también heridas a unos 45 palestinos, según el último recuento realizado por fuentes hospitalarias locales a media tarde.
La mayoría de los muertos son militantes de grupos armados pero entre los fallecidos también figuran civiles, añadieron las fuentes.
En un incidente paralelo, el voluntario ecuatoriano Carlos Andrés Mosquera Chávez, de 20 años y que trabajaba en un kibutz o granja situado en territorio israelí muy cerca de la frontera de Gaza, murió al ser alcanzado por los disparos de un francotirador desde la franja.
Voluntario en el kibutz de Ein Hashloshá, "llevaba cinco meses trabajando en la granja, y le faltaba sólo un mes para dar por concluida su asignación", explicó a Efe el embajador ecuatoriano en Israel, Rafael Vintimilia.
Uno de los militantes palestinos muertos en la incursión israelí es Husam A-Zahar, de 24 años e hijo de Mahmud A-Zahar, fundador del movimiento islamista Hamás, que controla Gaza desde junio de 2007 y de cuya dirección forma parte.
Tras identificar el cuerpo de su hijo en el depósito de cadáveres de la ciudad de Gaza, A-Zahar dijo que "no hay diferencia entre los mártires, todos han muerto para salvar nuestro país".
"Este crimen es el fruto de la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a la región, que ha animado a los israelíes a exterminarnos", añadió A-Zahar, antes de advertir que "responderemos cuando consideremos oportuno de la forma apropiada".
Husam es el segundo hijo que A-Zahar, que fue ministro de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de 2006 a 2007, pierde a manos del Ejercito israelí.
La Fuerza Aérea israelí mató a su primogénito Khaled en un bombardeo en 2003 contra la vivienda de A-Zahar, que tenía como objetivo al propio dirigente islamista.
La operación terrestre israelí comenzó antes del alba, cuando una fuerza de tanques y vehículos blindados entró en Gaza y llegó, varias horas después, hasta el barrio de Sayaíe, en el este de la ciudad e histórico bastión de los islamistas.
La fuerza isarelí, apoyada por helicópteros de asalto, alisó con excavadoras el terreno en algunas zonas periféricas de la ciudad desde las que los milicianos suelen disparar cohetes Kasam, y al ser descubierta al amanecer se desataron los enfrentamientos.
Ismail Haniye, depuesto primer ministro de la ANP y gobernante de facto de Gaza, aseguró que ninguna ofensiva israelí hará que los palestinos "cedan su derecho a la resistencia armada".
"El asesinato de líderes palestinos o de sus hijos no acabará con la cuestión palestina y no llevará a Hamás a abandonar su posición", dijo a la prensa durante una visita al hospital Shifa de Gaza.
Para Haniye, que se trasladó al centro médico a donar sangre y visitar a los heridos, la operación israelí ha sido "una masacre", alentada por el apoyo que Bush dio al primer ministro israelí, Ehud Olmert, en su visita a la zona la semana pasada.
El mandatario islamista exigió al presidente de la ANP, Mahmud Abás, que cese de inmediato "las conversaciones de paz con Israel".
En declaraciones desde Ramala, donde tiene su sede permanente, el Presidente palestino calificó por su parte la operación militar israelí de "masacre" y "matanza".
"La incursión israelí es una masacre que los palestinos no podrán ignorar", manifestó.
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