Un policía fue detenido hoy por el robo de un alijo de algo más de 51 kilogramos de cocaína de la comisaría central de la Policía Judicial de París, que había sido confiscado a principios de julio a una red de narcotraficantes senegaleses.

El sospechoso, de 34 años de edad y asignado a la brigada de estupefacientes, fue arrestado en Perpiñán, en el sur de Francia, donde se encontraba de vacaciones.

El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, ha anunciado hoy que el agente ha sido suspendido de manera temporal, a la espera del cierre de la investigación. 'Si la investigación confirma su implicación, decidiré todas las sanciones y otras disposiciones necesarias en cuanto tenga conocimiento de sus conclusiones', dijo en una breve declaración ante la prensa. Y añadió que 'este tipo de derivas no pueden darse en ningún caso en la Policía'.

La desaparición de la droga se constató oficialmente este jueves, cuando un funcionario de la Policía quiso enseñar a una persona en prácticas la sala donde se guardan los decomisos, supuestamente una de las más vigiladas y a la que sólo tienen acceso los responsables de la brigada de estupefacientes.

El sospechoso, que según los medios había preguntado con insistencia sobre ese decomiso, fue reconocido por varios de sus compañeros en las imágenes registradas por las cámaras de vigilancia, en las que se veía a un hombre entrar en esa sala cargado de dos bolsas.

El robo, que centra hoy la actualidad francesa, tuvo lugar en una de las direcciones más míticas de París, el 36 Quai des Orfèvres, dentro del complejo del Palacio de Justicia y a pocos metros de la catedral de Notre-Dame.