Este artículo se publicó hace 13 años.
"Las derechas entienden poco de derechos", avisa Zapatero
El presidente equipara al PP con la ultraderecha finlandesa, pero con "disfraz" de centro
Gonzalo López Alba
"Hay partido y va a haber sorpresas". Con estas palabras espoleó ayer José Luis Rodríguez Zapatero al PSOE para que eche el resto en el objetivo de movilizar a los votantes de la izquierda bajo la bandera de la defensa de las conquistas sociales logradas durante su mandato y el objetivo de "ganar el futuro", frente a la apuesta del PP de "volver a 1996", el año de la reforma de la Ley del Suelo, que el presidente del Gobierno sitúa en el origen de la codicia especulativa que desató la crisis.
El clima para la arenga no podía ser mejor porque, después del pinchazo del día anterior en Balears, los socialistas se volcaron ayer para llenar la plaza de toros de Valencia, que tras la remodelación de sus gradas tiene una capacidad máxima para unas 12.000 personas, aunque los organizadores elevaron la asistencia hasta las 15.000. En esta especie de primarias de las elecciones que representan los mítines, el PSOE divulgaba al mismo tiempo el pinchazo del PP en el coso de Zaragoza, donde hoy actuará Zapatero.
Zapatero sigue su propio guión y soslaya la corrupción en Valencia
El presidente volvió a saltarse el guión de campaña y, en contra de lo anticipado desde el Comité Electoral, soslayó por completo la corrupción que amenaza con sentar en el banquillo al president del País Valencià y candidato a la reelección, Francisco Camps, pero sin que parezca peligrar la mayoría del PP. "¡Ángel (Luna), valiente!", fue la referencia más cercana que hizo al asunto, cuando formuló de pasada este elogio al portavoz del PSPV en las Corts, que ha llevado el peso de la denuncia política. De la boca de Zapatero no salió, ni siquiera, el nombre de Francisco Camps, algo que se justificó en "un reparto de papeles" con el candidato autonómico, Jorge Alarte.
Alarte pide los votos del PPLa corrupción monopolizó prácticamente la intervención previa de Alarte, quien hizo un llamamiento para transformar "la indignación" en votos a favor de "un proyecto para una sociedad más digna". "Dignidad" fue la palabra que más veces pronunció el candidato socialista, quien extendió su apelación a "los votantes del PP que también son honrados y no les gusta lo que ven".
El PSOE logra llenar la plaza de toros, que tiene capacidad para 12.000 personas
Zapatero se atuvo a su propio guión de machacar en la idea de que "no es lo mismo" PSOE que PP. Reclamó un "voto valiente" para reivindicar en las urnas que los socialistas tienen "la fuerza y la grandeza de un proyecto que ha sido decisivo, el más importante, para que España sea un país moderno y avanzado". Y también para reclamar el premio democrático que corresponde a quienes han "estado estos tres años luchando contra una dura crisis" en contraste con el PP, "que lleva tres años en campaña electoral".
De hecho, en uno de sus mítines más largos 45 minutos y en bucle, pidió el voto de casi todas las formas posibles, aunque siempre girando en torno a la idea central de que el PSOE constituye el baluarte del Estado del bienestar y de los derechos civiles. Así, subrayó que el que representa el PSOE "es un proyecto de derechos", mientras que "las derechas entienden poco de derechos".
Ultraderecha con "disfraz"Como última prueba, recordó que mientras su Gobierno aprobaba la víspera el proyecto de ley para reconocer como un derecho la muerte digna, el PP "dice que no hace falta esta ley". Y también pidió a Mariano Rajoy, "que siempre pasa de puntillas y no se moja en nada", que, por una vez, rompa esta pauta de comportamiento y "desautorice al PP de Catalunya" por las declaraciones de su candidato a la Alcaldía de Barcelona alentando la xenofobia, propias según reseñó de los ultraderechistas que se autodenominan Auténticos Filandeses.
La política de las personas fue también reivindicada por Zapatero al proclamarse personalmente concernido por la suerte de cada parado. "Nosotros sentimos lo que siente la gente y yo me siento responsable de todas y cada una de las personas en paro", afirmó el presidente. Por el contrario, según destacó, para el PP "no es una preocupación, es una esperanza", porque "su único programa es jalear la crisis y el paro para que le lleven al poder".
Así, señaló que en mayo de 2010, cuando la situación alcanzó su punto de máxima gravedad, "Rajoy apostó por derrotar al Gobierno, aunque cayera España". Entonces "perdió" y, según Zapatero, el día 22 volverá a perder por más que ahora se ponga "el disfraz" de centrista.
Y es que si el PP intenta establecer el contraste en el terreno de la pura gestión económica, Zapatero no lo rehuye, pero se niega a aceptar que ese balance se despoje de ideología porque identifica al PSOE con "la gente que tiene dificultades, que ha tenido que esperar años y años a que se le reconozcan derechos". Un compromiso que, según subraya, el PSOE ha demostrado en tiempos de bonanza y de crisis, cuando "hemos tenido que hacer políticas de austeridad, pero no hemos regateado en las políticas sociales".
Al término, un pequeño grupo de jóvenes se fue de la plaza cantando "¡A por ellos, a por ellos, oé, oé, oé!". Puede que fuera un indicio de revitalización del voto socialista o una fugaz nota de fervor militante.
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